El favoritismo no es totalmente lógico. Campeón de la Copa Sudamericana y autor de un juego incontenible y que dejo encandilado a todos los especialistas.
Hay situaciones ineludibles para un club en Latinoamérica y es que después de una superlativa campaña vienen las tentaciones económicas para sus principales autores. La Universidad de Chile no es ajena a estos manjares y no puede hacer nada ante la partida de elementos importantes para el actual soberano del balompié chileno.
Será muy complicado para los estudiantiles suplir las bajas de dos pilares defensivos como son Marcos Gonzáles (Flamengo) y al capitán José Rojas (Botafogo). Sin olvidarnos que ya de por si era imposible retener a Eduardo Vargas (Napoli), en las últimas horas se ha confirmado el traspaso de Gustavo Canales al Dalian Aerbin del fútbol chino, en una transacción como dice el presidente Federico Valdés irrechazable. "Canales se va. La oferta que recibimos es muy buena para él y por eso era muy difícil retenerlo". Aseveró el mandatario universitario.
A esto hay que sumarle el retiro del argentino Diego Rivarola y el enredado fichaje del colombiano Dayron Moreno del Tijuana mexicano. En menor medida es reconocible las partidas de Gabriel Vargas (U. de Concepción), Nelson Rebolledo (O´Higgins) y Juan Abarca (Twente). Las cuales tratan de ser cubiertas con la llegada de Emilio Hernández, Felipe Gallegos, Junior Fernandes y el peruano Raúl Ruidíaz.
Duro trabajo para Jorge Sampaoli que llegó a la cima del continente pero cuyo precio ha sido la desmembración de su equipo; algo que a puertas de la libertadores se ve muy difícil de solucionar, y peor aún, imposible de soslayar.
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