Los titulares son todos
iguales. Hablan del costo que ha tenido Kevin de Bruyne, un jugador desechado
por el Chelsea y que tras dos años en la Bundesliga tiene su revancha personal
y vuelve a tierras inglesas de la mano del Manchester City. Negocio redondo
para el atacante belga y millones de euros para el Wolfsburg.
Son nada más y nada menos
que 75 millones de euros, y si a esto le sumamos el salario que cobrará por los
6 años de contrato estamos ante la friolera cifra de 153 millones. El trato
está cerrado, y pese a que Manuel Pellegrini comente que no sabía nada de la
llegada del hábil delantero, la verdad es que el cuadro “Citizens” ha dado el
principal golpe del mercado, dejando atrás los rumores que colocaban al jugador
más valioso del torneo alemán en la órbita de otros grandes del balompié
europeo.
Pero la pregunta es si el jugador
belga viene a ser titular desde un inicio o tendrá que conformarse con ver
desde la grada las fantasías de David Silva y Yaya Toure, sin olvidarnos que
Raheem Sterling ha costado mucho dinero
y también debe ser un imprescindible para el “ingeniero Pellegrini. Sin
embargo, ante la partida de Edin Dzeko, queda una plaza vacante para disputarle
el puesto a Sergio Agüero, aunque en el último choque contra el Watford el
centellante Sterling tuvo injerencia en el resultado jugando por dentro y no
como extremo.
Kevin de Bruyne ha sido el
fichaje de la temporada y pienso, como igualmente creo, que este jugador está
sobrevalorado, sin querer decir que Mourinho tuvo la razón al apartarlo del
Chelsea, pero si con la certeza que 75 kilos fueron demasiados para el
internacional belga que dicho sea de paso siempre está bajo la sombra de Eden Hazard
y de Dries Mertens. Bueno. Lo hecho hecho está y no hay vuelta que darle.
Provecho Kevin y suerte para el Manchester City.
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