Toda generación exitosa
y todo momento glorioso tiene un periodo. Hoy ha quedado demostrado que el
fútbol español, técnico y complejo, no ha podido hacerle frente al tiempo. Italia
eliminó a España con autoridad, acelerando de paso el relevo generacional que
la ex furia necesita con desesperación.
Gerard Pique se ve
lento. Sergi Busquets no pudo dominar el medio. Mientras que Andrés Iniesta recibía
el balón e inmediatamente era encimado. Impecable David de Gea (Manchester
United), pero improductivas las subidas de Jordi Alba. Para Juan Fran más fácil
es defender que atacar y David Silva era preso de la orfandad. Italia salió con
todo, con ese apetito que se veía desde que cantaron su himno. Una defensa de 3
jugadores que trabajan de memoria, que anticipan, y que chocan sin ningún
temor. Giorgio Chiellini, Andrea Barzagli, y Leonardo Bonucci. El primero un
jugador muy peligroso en las pelotas paradas.
Alessandro Florenzi y
Mattía De Csiglio cubrían a David Silva y a Nolito. Los carrileros italianos se
coordinaban bien con Marco Parolo, Daniele de Rossi y Emanuele Giaccherini para
marcar superioridad numérica. Los dirigidos por Antonio Conte salieron a
presionar la salida de los españoles y por ello les cortaron la salida,
obligando a David de Gea a dividir el esférico con pases largos. En general,
los de la península bloquearon el fútbol de los hispanos y trataron de salir
rápido aprovechando la potencia y buen juego aéreo de Graziano Pellé
(Southampton) y la velocidad de Eder. Hay que reconocer que en el primer tiempo
los azurri debieron irse con la ventaja de dos goles, pero la gran actuación
del arquero español evitó que el resultado sea más contundente.
Entonces, todo esto
unido a que los protagonistas del tiki taka ya no son los mismos de antes,
hicieron que la ex furia solo tuviera pocas oportunidades de empatar el juego debido a los centros y embates de un Gerard Pique
que ya era un centrodelantero. El ingreso de Pedro (Chelsea) tampoco fue la
solución, puesto que inmediatamente Conte hizo ingresar a Matteo Darmian en
lugar de Mattia de Sciglio y concluyo con las esperanzas que guardaba Vicente
del Bosque en el ex jugador del Barcelona.
El tiki taka está
quedando atrás y esta Italia trata de revalidar el catenaccio que había sido
vapuleado los últimos años. España vuelve a Madrid con más dudas que
conclusiones, mientras los de Conte se preguntan si será suficiente una buena
defensa para conquistar Europa después de 48 años.
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