sábado, 8 de octubre de 2016

Un terrible resbalón chileno



Han pasado unos días y la derrota ante Ecuador todavía no se digiere. La selección chilena vive uno de sus peores momentos donde se pone en duda su rebeldía y se critica su forma de afrontar las eliminatorias sudamericanas.
                     
“Asumo la responsabilidad del desarrollo y resultado final. Creo que es más conveniente hacer un análisis interno, un autocritica interna y buscar los errores. En líneas generales tiene que ver que hemos sido superados en todos los aspectos del juego”.

Así definió el partido contra Ecuador el técnico chileno Juan Antonio Pizzi. Ciertamente que hay mucho de razón, sin embargo, al margen del planteamiento debemos decir claramente que los jugadores chilenos nunca pudieron acostumbrarse a los botes del balón y los ecuatorianos con la velocidad y la potencia de su ofensiva hicieron estragos en la defensa mapocha. La distribución de los hombres era muy lógica, con una línea de cuatro en la defensa con Gonzalo Jara y Enzo Roco (Cruz Azul) dividiéndose la zaga, ambos muy lentas y sin coordinación para ver quien sale y quien se queda. Eugenio Mena (Sao Paulo) siempre se vio superado por las subidas de Juan Carlos Paredes (Watford City) y de Antonio Valencia (Manchester United), no teniendo tampoco el apoyo de Alexis Sánchez para correrlo al lateral norteño. Lo mismo sucedía con Mauricio Isla (Cagliari) que jamás pudo encontrarle el pie a Fidel Martínez (Pumas) ni al rapidísimo Cristian Ramírez (Ferencvaros) que junto al peruano Miguel Trauco son los laterales que más destacaron en esta fecha eliminatoria.


El mediocampo chileno no contenía nada. Marcelo Díaz (Celta) trataba de cubrir todo, pero nada podía hacer ante un estático Arturo Vidal (Bayern Munich) que cuando recibía el esférico siempre fallaba en el pase. Alexis Sánchez (Arsenal) estaba estacionado sobre la izquierda, Eduardo Vargas (Hoffenheim) se movía del centro hacía la derecha y lamentablemente para Chile fue el autor de marrar la más clara ocasión de gol que tuvo la “roja” tras un balón perdido por Arturo Mina (River Plate) en salida. Pedro Pablo Hernández (Celta) intento jugar sin el esférico y cuando apoyaba a Isla se notaba que su fuerte no es la marca.

“La máxima responsabilidad del planteamiento es mía. Planteamos un partido donde la posesión de la pelota iba a ser nuestra, entre la presión de Ecuador e imprecisión nuestra nunca pudimos tener el balón”.

Pizzi tiene mucha razón, pero tampoco debemos dejar de reconocer que cada mano a mano eran desbordes de Enner Valencia (West Ham), centros de Fidel Martínez o combinaciones entre Antonio Valencia y Juan Carlos Paredes. La defensa ecuatoriana tiene un gran aporte del Independiente del Valle que dona a Luis Caicedo y a Arturo Mina, que pese a jugar en Argentina se hizo famoso en ese meritorio subcampeonato de la Copa Libertadores.



Tres puntos tremendos para los dirigidos por Gustavo Quinteros y un golpe seco para el campeón de América. Ahora hay que ganarle a Perú y tratar de conservar la calma. No será fácil, pero en estos momentos hay que dejar de lado los temores y jugar como solo Chile sabe hacerlo.

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