Es mucho lo que se
ha dicho y todo ha sido en contra de él. Pep Guardiola vive uno de sus momentos
más difíciles tras quedar el Manchester City eliminado de la Champions League.
Lo peor es que hasta desde Barcelona han disfrutado con la caída del estratega
español.
El caer ante el
Mónaco ha retumbado en todo el viejo continente. Son millones de Euros
invertidos en fichajes y que sin embargo no han servido para que los Citizens
alcancen el sueño de coronarse campeones de Europa. Ahora, la culpa será toda
de Guardiola. Acaso el técnico de Santpedor construyó esta plantilla. Por ejemplo, algunos
aseguran que solo Vincent Kompany reúne las cualidades que Pep busca en un
central. Lógicamente esto deja muy mal parado a John Stones que costó 50
millones de Euros y que ha sido el punto de la mayoría de las críticas. Lo
cierto es que la política de fichajes del City los últimos años ha carecido de
coherencia. Si contamos con David Silva y Fernandinho, porque traer a Mangala y
Otamendi si estos defienden mejor en campo propio y no con un largo trecho por
delante. Esta teoría es muy interesante y salta a la vista por qué Guardiola
quería fichar al italiano Leandro Bonucci.
Otro punto que
también se menciona es la poca docilidad táctica de los laterales del equipo. Ni
Pablo Zabaleta, ni Clichy, ni Sagna, han logrado alcanzar el nivel que todos
esperaban, ese nivel que permitiera tener un apoyo importante en el aspecto
ofensivo. La verdad es que los tres están lejos de ser un Dani Alves. El medio
es otra parte que el City adolece, al menos si tomamos en cuenta la filosofía
de Pep. Se suponía que le alemán Ilkay Gundogan llegó para ser el patrón de la
medular, pero una lesión en la rodilla lo ha descartado de lo que resta de la
temporada. Yaya Toure también reúne las características para manejar el medio,
lo malo es que el marfileño no corre sino trota en el campo de juego.
Se dice y no sin
razón que desde el vestuario barcelonista se han expresado opiniones
incendiarias como para seguir aumentando la agonía del técnico español. Todo esto
ha llegado a los oídos de Pep que solo ha soltado una frase contundente y
premonitoria, “El Barca tampoco ganará la Champions”.
“He leído que vamos
a vender a trece jugadores en verano. Eso es imposible. Tienen contrato, ¿vamos
a pagar 600 millones de libras en sus finiquitos? No. Intentaremos mejorar la
plantilla en la medida que podamos, pero estoy orgulloso de los jugadores que
tenemos”.
Pep ha sido claro
con sus palabras. Y es que es cierto no se puede limpiar un vestuario por una
eliminación. La caída ante el Mónaco ha dolido tremendamente y esto le da muy
poco margen al ex entrenador del Barcelona de cara a la siguiente campaña. Guardiola
se ha levantado tras unos días de duelo y vislumbra un mañana con optimismo,
pero también es consciente que un error más y sus días en Manchester pueden
terminar con más pena que gloria.
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