Fueron tres goles
que dejan una eliminatoria de forma favorable. La Juventus le ganó al Barcelona
y demostró que su nivel hace pensar que por fin alcanzará coronarse en Europa y
culminar de esta forma el proceso iniciado hace algunos años por Antonio Conte.
La Juventus no es
solo Paulo Dybala y diez más. Es un conjunto que se ha construido con los años,
que empezó con un sistema diferente al que planteo hace unos días. Lo del
campeón italiano no es una casualidad y esto lo sabemos todos. Perdieron al
francés Paul Pogba (Manchester United) y el alemán Sami Khedira tomó la batuta
del medio junto. Andrea Pirlo (New York City) se fue a la Major League Soccer y
Massimiliano Allegri no tuvo mejor idea que fichar al bosnio Miralem Pjanic,
todo un acierto puesto que el ex jugador de la Roma le da otro toque de
elegancia a la medular turinesa. Ya no existe esa defensa de tres jugadores
aunque Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci siguen siendo indiscutibles en la
retaguardia. Las bandas han mejorado bastante con la llegada de Dani Alves y de
Alex Sandro y ubicar al croata Mario Mandzukic como volante por la izquierda ha
sido una magnifica elección.
El colombiano Juan
Cuadrado por la derecha abre el campo y el argentino Paulo Dybala como enlace y
con mucho gol completan un equipo que derrocha técnica y que ya tiene un
libreto aprendido. Cambios de juego y verticalidad, la Juve se sostiene en una
columna vertebral sólida que domina el balompié italiano y que casi no tiene
nada que ver con el cuadro que quedó subcampeón de Europa hace dos temporadas
atrás.
Un cuatro cuatro
dos muy elástico y complejo que ha demostrado su efectividad en Europa y que ya
está listo para tomar el liderato de un continente que se le niega desde hace
más de 20 años. Massimiliano Allegri comanda un equipoque está en su momento y
que no tendrá otra oportunidad de ganar un trofeo que hoy por hoy muchos
anhelan y que pocos obtendrán.
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