martes, 10 de octubre de 2017

Argentina ruega en las alturas



Qué más se puede decir. Que perderán mucho dinero, que dejaran su estatus futbolístico, que ya no serán los 'mejores' del mundo. No se dan cuenta que todo esto ya lo perdieron puesto que Argentina no es el mejor del planeta y no tiene al jugador más valioso del fútbol. No hay un sucesor de Maradona y Messi es solo un gran jugador, pero que a nivel de selección no le llega a los talones a Diego.

Lo último que se dice es que Di María (Paris Saint Germain) jugará desde el arranque. Más experimentos cuando estas al borde de la cornisa. Que más da lo importante es clasificar. Los medios argentinos se han pasado horas de horas alentando, criticando, lamentando, y hasta vaticinando. Ellos se juegan la clasificación al Mundial en la ciudad de Quito frente a un Ecuador que ya no tiene nada que hacer en la pelea por lo que el triunfo puede estar al alcance de la mano. Y si esto no es suficiente podría aparecer otro tipo de mano propiciada por los jueces del juego.


Si Messi es el mejor eso que lo debatan los que saben. Si elegir a Sampaoli fue lo ideal, eso solo lo saben los que manejan esto del fútbol. Agüero (Manchester City) se lesionó cuando quería ir a un concierto. Higuaín (Juventus) de seguro que no quiere venir porque tanto lo han criticado que es mejor hacer goles en Italia. Hay que cambiar todo y Sampaoli hace caso. Tres al fondo con Nicolás Otamendi (Manchester City, Javier Mascherano (Barcelona), y Gabriel Mercado (Sevilla). Acuña (Sporting Lisboa) y Eduardo Salvio (Benfica) por las alas. Enzo Pérez (Valencia) y Lucas Biglia (Milan) en la contención. Messi (Barcelona), Benedetto (Boca Juniors), y Angel Di Maria (PSG) en la ofensiva. Desesperación y toda la intención de probar una formula que pueda conseguir el billete mundialista.


Hay que soñar y hacer fuerza. Pero si la vida es justa, como normalmente no lo es, tal vez le permita a los argentinos llegar a Rusia 2018. Esto solo alargará una idea que definitivamente es errada. Argentina no sabe adonde ir ni por dónde hacerlo. Se confía en Messi y lo demás es como esperar que los legionarios hagan lo que hacen en Europa y esto no puede darse. Tres técnicos en una eliminatoria solo puede derivar en un desastre y quizá estamos en las previas de la catástrofe albiceleste. 


No más. Un equipo es precisamente eso un equipo y no individualidades. Sampaoli aceptó dirigir su selección y al parecer no era el momento. Simeone fue más inteligente y se hizo a un lado manteniéndose en su cómoda casa madrileña y viendo por la televisión la debacle de una selección que quizá considera comandarla en un futuro próximo.

0 comentarios :

Publicar un comentario