lunes, 27 de noviembre de 2017

Los suecos que dejaron fuera a Italia



Mucho se ha hablado y he querido dejar pasar los días para que la resaca de la repesca se tranquilice y poder hacer un análisis más exacto de lo que sucedió en la última fecha de la clasificación mundialista. Suecia dejó fuera del Mundial a Italia y no es poca cosa. Pero hay más que decir de esta selección que la última década era identificada solo por tener en la ofensiva a Zlatan Ibrahimovic.



De este equipo no se habla maravillas y no tendría porqué hacerse. Suecia, como siempre, es un conjunto solido y muy táctico. Nunca ha destacado por tener un fútbol exquisito y hoy no es la excepción. Por supuesto que tuvo jugadores importantes, tal es el caso de Thomas Brolin o Nils Liedholm, pero en general siempre se ha caracterizado por ser una selección fuerte, ordenada, y efectiva. Todos estos atributos quedaron demostrados en la ronda de repesca contra Italia. Triunfo por la mínima en Estocolmo y empate a cero goles en la península. Los héroes de esta gesta son jugadores de una nueva generación liderada por el central del Manchester United Víctor Lindelof la cual se mezcla muy bien con los veteranos de la plantilla los cuales están representados por el atacante Marcus Berg, el lateral derecho Mikael Lustig (Celtic), y el back izquierdo Andreas Granqvist (Krasnodar). 



Una línea de cuatro en defensa que se completa con el lateral izquierdo Ludwig Augustinsson (Werder Bremen) y un mediocampo que se conforma con Jakob Johansson (AEK Atenas) y con talentoso Emil Forsberg (Leipzig). Mención aparte para el experimentado Sebastian Larsson (HullCity) y para el joven y veloz Viktor Claesson (Krasnodar). Los goles se dejan en los pies del ya mencionado Marcus Berg y de Ola Toivonen (Toulouse).


"Esto es lo más grande que me ha pasado. Para los más veteranos este seguramente era el último trena para la Copa Mundial, y vencer en estas circunstancias supones una alegría indescriptible".



Palabras de Andreas Granqvist quien con 32 años veía muy lejana la posibilidad de acceder a un Mundial dentro de 4 años más. No hay estrellas y son un un equipo. Su temperamento y verticalidad los hace ser peligrosos y si en algo queremos posar su éxito es en su cultura táctica. Jan Andersson sabe que tiene entre manos un conjunto que muchos temen y que será muy molesto para cualquier rival. Suecia no va a Rusia 2018 para ganar el Mundial, pero repetir lo hecho en 1994 es una oportunidad que está al alcance de su mano.

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