Era algo que ya se sabía, sin embargo, faltaba confirmarlo. Ronald Koeman es el nuevo seleccionador holandés y tiene la difícil misión de devolver a su país a lo más alto del fútbol mundial. De ser un candidato al banquillo del Barcelona, Valverde le ganó la pulseada, el ex técnico del Everton llega al conjunto naranja para intentar clasificarlo a la Eurocopa 2020 y al Mundial 2022.
Tarea titánica la que le espera a Koeman puesto que no es solo que hay que reconstruir un equipo sino que hay que luchar contra selecciones consolidadas en el viejo continente. La primera misión será reemplazar a los veteranos Arjen Robben (Bayern Munich) y Wesley Sneijder (Al-Gharafa), y tratar de recuperar a Jasper Gillesen, inactivo en el Barcelona, y a Memphis Depay, que trata de zafarse de la resaca que significó fracasar en el Manchester United. Otra de las cosas que también debe realizar el ex entrenador del Valencia es conseguir un par de buenos delanteros ya que la presencia de Bas Dost (Sporting Lisboa) parece poco para afrontar torneos internacionales.
La línea defensiva parece no tener demasiadas dificultades por la presencia de jugadores experimentados como Bruno Martins Indi (Stoke City) y Stefan de Vrij (Lazio). Otro jugador que también está destacando es el melenudo Nathan Aké (Bournemouth), un jugador que le ha caído muy bien dejar el Chelsea porque ha encontrado su nivel en otros campos. Polivalente, el ex jugador del Feyenoord ha demostrado en Inglaterra que puede jugar como lateral y como volante de primera línea.
Koeman es el séptimo seleccionador holandés en tan solo ocho años. No es común esto y habla de un sistema desorganizado que ha tratado de hallar soluciones inmediatas, pero que no hay un trabajo que sustente resultados. Para Holanda no será fácil el camino y espera que los jóvenes y algunos experimentados obren el milagro. Talento hay y solo falta componer un equipo y ese es trabajo de Koeman.
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