No es para menos lo del Udinese puesto que todo indica que Antonín Barák, después de la gran temporada que está realizando, emigrará a un grande del fútbol europeo. El jugador checo resalta en la medular bianconera y es un indiscutible en su selección por lo que su futuro se pinta jugando en uno de los poderosos del Calcio, aunque de otras ligas también han seguido su evolución.
Las comparaciones han nacido de inmediato y ya se lo asemeja a Milinkovic-Savic, el centrocampista serbio por la que Europa suspira. El espigado jugador checo es un interior derecho con llegada y gol, un medio que registra en 26 partidos 7 goles y que a su aparente físico endeble aúna la facilidad para posicionarse con ventaja dentro del área contraria. El ex jugador del Slavia Praga es junto a su compatriota Jakub Jantko el principal sostén del cuadro de Friuli. Si a esto le añadimos la fuerza del islandés Emil Halfredsson y la experiencia del suizo Valon Behrami tenemos un mediocampo completo y de mucha calidad.
Massimo Oddo no puede quejarse, en Udinese ha encontrado una mezcla de experiencia y juventud y esto le está permitiendo mantenerse en mitad de la tabla, aunque clasificar a Europa es todavía una cuenta pendiente hasta que finalice la campaña. Barcelona y Chelsea suenan como posibles candidatos para hacerse con su ficha, él se ha declarado admirador del Arsenal mientras que en su país el seleccionador Karel Jarolím ya lo considera un infaltable en sus convocatorias.
La República Checa trata de recuperar el tiempo después de ver partir a la generación dorada de Tomas Rosicky, Jan Koller, y Petr Cech. No será fácil, pero el crecimiento de figuras como Antonín Barák ilusiona a una nación que no puede estar alejada de las grandes competencias.
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