No tienen nada que perder y
Aliou Cissé lo sabe. Senegal llega al Mundial con la ilusión de realizar una
actuación similar a la efectuada en Corea – Japón 2002. En aquella ocasión
eliminaron a Francia y dejaron en claro que eran un rival de jerarquía. Han
pasado 16 años de eso y la nueva generación de jugadores senegaleses liderados
por Sadio Mané (Liverpool) buscan dar el batacazo y avanzar a solapadamente a
la siguiente fase del Mundial.
“Finalmente volvimos y
obviamente hay muchas comparaciones con aquella generación. Pero ese equipo
escribió su historia y ahora le corresponde a esta escribir la suya”.
El ex jugador del Paris
Saint Germain se confía en las herramientas con las que cuenta. No solo estamos
hablando de la velocidad y desequilibrio de Saido Mané sino también de la
fortaleza de Kalidou Koulibaly (Napoli), y la calidad de Idrissa Güeye
(Everton). Es decir, no son un equipo inexperto, aunque tampoco podemos negar
que un combinado como el colombiano, rival de la primera fase, está más
acostumbrado a este tipo de competencias y Cissé lo sabe.
“Nuestro grupo es parejo,
pero también difícil. Colombia ya está habituado a este tipo de competencias.
En 2014 llegó a cuartos de final. Polonia forma parte de los siete mejores
equipos del mundo. Después, atrás estamos Senegal y Japón. Podemos decir que
nosotros dos vamos a jugar un papel de aguafiestas. Y si bien es verdad que
esta zona, en comparación con otras, se ve realmente pareja, buscaremos
aprovechar nuestras oportunidades con mucha determinación, sin complejos”.
Hay otro jugador que también
le aportará su experiencia a los dirigidos por Cissé y este es el delantero
Moussa Saw (Al-Ahli), un potente delantero que ha paseado sus goles por equipos
como el Fenerbahce, Lille, y Rennes. Ahora, con 32 años encima, es el de mayor
edad de una generación que busca la gloria y lo hace basándose en los
legionarios que marcaron diferencias en las eliminatorias africanas.
Senegal se juega el todo por
el todo. Son rápidos y Polonia puede sufrir con ellos. En el caso de Colombia,
la pausa de los sudamericanos les puede crear problemas, aunque los laterales
cafeteros no ofrecen demasiadas garantías. Japón es una incógnita como en todos
los mundiales y solo las figuritas de un álbum pueden orientarnos de lo que es
en este momento el equipo del sol naciente.
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