Alejados de nuestro
continente pero no
menos importantes. Hoy, el CSKA
Moscú ha consolidado
su liderato en el
torneo ruso, aprovechando el
tropiezo del Anzhi
que de esta
forma dejó escapar la
posibilidad de mantener
la presión sobre el
conjunto comandado por el escurridizo
Alan Dzagoev.
El conjunto moscovita
es sin duda uno de los poderosos
del balompié ruso. Para nadie
es un secreto
que la presencia
de Keisuke Honda, Pavel Mamaev y
de los hermanos
Vasili y Alexei
berezutski son una
garantía para un
equipo que puede
contar con Dzagoev
en la ofensiva
y con el
serbio Zoran Tosic
desequilibrando por la
banda izquierda. El sueco Rasmus Elm
y su magnífica
pegada, sin dejar de
lado a su compatriota
Pontus Wernbloom y su capacidad
para recuperación del esférico.
El oportunismo en
el juego aéreo del
checo Thomas Necid (Foto) y el toque
africano reflejado en el marfileño
Seydou Doumbia terminan
por alimentar el poderío
de
una oncena que
juega de memoria
y que posee
un gran bagaje
internacional.
Siete puntos de
ventaja para el
combinado del ejército
rojo. Siete puntos que
podrían ser contundentes
y que junto
a la eliminación
del Anzhi en
la Europa League pueden
concluir con el
sueño de una
temporada fantástica que
anhelaban los dirigidos
por Guus Hiddink.
Con la plata
baila el mono
y con la
plata se compra de
todo. El CSKA hizo
lo suyo y
se concentra en
lo que por
ahora le interesa. La Premier
league rusa está
a la mano pero
principalmente la clasificación
a la Champions
está cerca.
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