Los años no
pasan en vano. Te dan
sapiencia pero también
restan tu potencial
físico. Un regate de
Di María y
Puyol fue pasado
al retiro. El Barcelona necesita
de un central
con garantías y
todo indica que ha puesto
sus ojos en Vincent Kompany, presente del Manchester City y
piedra angular del
seleccionado belga.
Tantos goles en
contra siempre derivaran
en las críticas
a una línea
defensiva, sin embargo, en un
juego de conjunto
no solo se
puede decapitar a
la retaguardia, también deberíamos hablar
de la contención
y de la
función de los
atacantes cuando el
equipo pierde el
balón.
El Barcelona ha sido
fulminado por
los contraataques del
Milan y del
Real Madrid. Sufre en
los balones aéreos y
normalmente los del
fondo quedan mano
a mano con
los delanteros contrarios. Mascherano no
es una solución, Alexander Song nunca se
amoldó, y colocar a
Busquets cerca a Valdés es
perder un efectivo
importante del mediocampo.
Kompany es un
back portentoso, lítico podríamos
decir. Un jugador que
conoce las mañas
defensivas. Que se fogueó
en la Bundesliga
y se consagró
en la Premier. Un central
que llevaría a
la ciudad condal
seguridad y juventud.
Los tiempos cambian
y también nos
cambian. Puyol es un
tarzán que ya no viaja
por los árboles, Kompany es
un gladiador que surca los
aires. Una apuesta es
precisamente eso, dejar todo
en manos de
la fortuna, aunque cuando hay categoría
todo
se hace más
previsible.
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