El resultado
es el oxígeno
para un técnico. A un
punto del descenso
y caída ante
el Manchester United. Estos fueron cargos
suficientes para que el Sunderland
decapitará la continuidad
de su entrenador, el norirlandés
Martín O´Neill. Contrato vigente
que va al
tacho ante el riesgo de
perder la categoría.
Llego al
Sunderland un ya
lejano diciembre del
2011. Entre sus pergaminos
figuraba unas relevantes
campañas con el
Celtic y una
equilibrada temporada con el
Aston
Villa. Además, tampoco
podemos dejar de
mencionar su gran
conocimiento del balompié inglés, tras
haber jugado en el Nottingham
Forest y ser
campeón de Europa
con los del
City Ground.
Técnico que
le da primordial
importancia al resguardo
defensivo. Siempre buscando
la presencia de
un central rocoso
y de un
volante de corte
con despliegue y sin tapujos. Es casi
seguro que ha
sido la imagen de
dos nuevos conductores
que ya se
tutean con la profesional, tal como
es el caso
de su compatriota Neil
Lennon y del
escocés Paul Lambert, ambos bajo
su tutela cuando
dirigía al Celtic.
Ya está afuera y
nada se puede
hacer. No todo es su
responsabilidad, de eso estamos
seguros, sin embargo, hay premisas
dentro del fútbol
con las que
los entrenadores conviven. Subsistir gracias
al resultado y
morir debido a
la derrota. No importa
un buen trabajo
lo que interesa
al final es
ganar.
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