Más de lo
mismo y poco
de lo anhelado. Liga local
en el bolsillo, el
máximo rival en la cuarta
división y una
diferencia de 15
puntos sobre el
outsider de turno. El
Celtic reina en
Escocia, no hay nada
que alegar.
Que se puede
decir de un conjunto
que se pasea
a nivel local
pero que cuando
hay que salir
a Europa sufre
los estragos de
una liga que
no presenta reto
alguno. Los católicos de
esta forma enlazan
su título número
44 de su
historia, teniendo en Neil
Lennon a un buen
técnico y en
el triunfo sobre
el Barcelona como
la mayor alegría
de la temporada.
Pero cuál es
el verdadero problema
del fútbol escocés. Son
varios, para comenzar el
andar de muchos
técnicos en tan
poco tiempo comandando
la selección. Craig Levein
estuvo en el
cargo 3 años, había
un proceso pero
los resultados pesaron
al final. Llego Gordon
Strachan en enero
del presente año
y las cosas tampoco
parecen mejorar. Asimismo,
el torneo nacional
no tiene competitividad y
las canteras ya
no son las
mismas de antes. Como
que el cambio
de estilo del
balompié inglés le
ha quitado su
vitrina a los
cracks escoceses.
El
verdiblanco jugará la
Champions y no
hará nada resaltante. El Mundial
ha quedado muy
lejos. Hay problemas que
necesitan decisiones importantes
y lamentablemente en
el fútbol esto
requiere paciencia y
años de ardua
labor.
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