Demasiado dinero
por un ocho. Peor aún, ni
siquiera es titular
en su selección. Como serlo
con Xabi Alonso, Busquets, Xavi
Hernández e Iniesta postulando al mismo
puesto. Cuarenta son los
millones que el
Bayern pagó por
él, mucho para algunos, aunque el
tiempo hoy diga
lo contrario.
Lo protegieron,
es cierto, y como
no hacerlo tras
su abrupta salida
del Athletic. A esto
hay que unir
la carga tan pesada
que es ser el fichaje
más caro de
la historia de
la Bundeliga. Es decir, un
compromiso de éxito
que debía cumplirse
pero que no
estaba garantizado. Heynckes espero y
lo hizo bien, desde
noviembre se ha
establecido en el
primer equipo, y ha
entendido que el
presente con la nacional
lo tendrá en
el banquillo pero en el
futuro será uno de
los elegidos.
El Barcelona
es el
nuevo reto. Descansando las
últimas fechas todo
indica que en
unos días intentará
hundir el portaviones
blaugrana. El gigante de Navarra
absorbe y comparte, crea y
releva. El termómetro aún práctica el alemán, que bueno que el fútbol desconoce de idiomas.
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