Inició su retiro
antes de tiempo. Campeón de
Europa y con
un prestigio que
lo colocaba no
solo como un
goleador sino también
como un jugador
de todo el
campo. Samuel Eto’o abandonó
su invernal presente
del Anzhi para
volver por todo lo
alto en el
Chelsea de Jose
Mourinho.
No es que
la Premier League
rusa es poca
cosa, pero imaginábamos a
Sami en unos
devaneos más europeos. Habían pretendientes, pero
el dinero contante
y sonante de
magnate Souleymane Kerimov
hizo que el
camerunés se decantará
por el aún
desconocido club de Majachkala.
“Mourinho
parece diferente cuando
lo conoces desde
afuera, pero tuve la
oportunidad de conocerlo
en el Inter. Ahora él
me necesitaba y
yo he estado
por él”.
Hay otras razones
también, como el resquebrajamiento del
Anzhi y la
impaciencia de su millonario
dueño. Ya no es
ese temible artillero
de la etapa
barcelonista, pero con 32
años ha dejado
de ser el
jugador mejor pagado
del mundo para convertirse
en el fichaje
de cierre de un Chelsea
que aun busca
al sustituto de
Drogba.
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