Inverosímil,
pero cierto. Hablaba en
japonés y dejaba
boquiabierto a todos. Caniggita lo
llamaban y después
fue Cachavacha. El veterano
rubio del nombre
legendario expande sus
dominios y lleva
el apellido a tierras
que lo acogieron
alguna vez. Diego Forlán
es el oriental
que intentará conquistar
el lejano oriente.
Es un
matrimonio por conveniencia. La actividad
constante en el
Gamba Osaka por
el reflote de
una liga venida
a menos. Diego cambio
la tierra del
pentacampeón por los
aires asiáticos. Nadie lo
imaginaba, es más, los estudiosos
se preguntaban cuál
sería la condición
física del uruguayo
de cara al
Mundial, o si el
maestro Tabárez lo llevaría
como una especie
de agradecimiento.
Forlán es
mucho más que eso. Él
sabía que Brasil
no le permitía
desenvolverse como lo
deseaba, y que
es importante a
pocos meses de la justa
mundialista tener una
actividad suficiente, la tenía
clara, y no quería
ser otro Sebastián
Abreu, que aromatiza el
vestuario, pero cuya situación
solo le permite optar
por unos minutos. Ahora, creo que
también ha colaborado
los 5,8 millones de
dólares que el charrúa
recibirá
por todo el
2014.
“El nivel
del fútbol aquí es
muy alto, tanto desde
el punto de
vista técnico y
físico. En todo caso
será una buena preparación para
el Mundial”. Añadió el
ex jugador del
Internacional de Porto
Alegre.
No nos
engañemos y pensemos
que Forlán será
titular en la
Copa del Mundo. Tanto Suarez
como Cavani han
dejado en claro, con
sus actuaciones, que la
ofensiva celeste corre
a cuenta de
ellos. Además, el pretender poner
en funcionamiento el
tridente goleador puede
ser contraproducente ante
rivales del calibre
de Inglaterra e
Italia. El maestro conoce
de estas lides
y estoy casi
seguro que optará
por el equilibrio, aunque un
Forlán al 100%
es mucho mejor
que llevar un
jugador solo por
sus logros pasados.
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