miércoles, 11 de noviembre de 2015

Que lujo el de Senegal


Allí están, totalmente abarrotados de figuras, pero sin la posibilidad de imponerse en el continente africano. Este tema es atrayente y no se puede más que pensar del porqué Senegal no logra dominar está zona del planeta.
Aliou Cissé es el elegido para comandar a una selección que él mismo supo capitanear en el recordado Mundial del 2002. No es una tarea fácil puesto que la decepcionante actuación de los senegaleses en la última Copa de África, que significó la destitución de Alain Giresse de la dirección técnica, es un precedente para cualquier eventualidad de cara a las eliminatorias mundialistas. No se puede admitir un fracaso más para una selección que reúne una importante constelación de estrellas que han recorrido un tramo muy interesante en las principales ligas europeas. Así pues, podemos darnos el lujo de comenzar desordenadamente a enumerar los espacios destinados para ciertos jugadores. Por ejemplo, la primera línea de volantes tiene tono español, ya que la presencia de Pape Diop (Espanyol) y de Alfred N’Diaye (Real Betis) es casi fija, sin querer menospreciar por supuesto a Cheikhou Kouyaté (West Ham), un jugador con mayor llegada al área rival. Para el lateral derecho todo indica que Lamine Gassama (Loriente) debe ser el titular, aunque algunos sostienen que Issa Cissokho (Nantes) tiene que ocupar dicha demarcación. En cambio por el lado izquierdo nadie duda que Cheikh M’Bengue (Rennes) es el indiscutible. La zaga está compuesta por Ludovic Sané (Girondins Burdeos) y por el inactivo Papy Djilobodji (Chelsea), sin embargo las posibilidades del ex jugador del Nantes están disminuidas por su incierto presente londinense y da cabida a que otros elementos como Salif Sané (Hannover) o Pape Souaré (Lille) comiencen a creerse que la titularidad está al alcance de las manos. Ya que estamos desordenados debo decir que el arco le pertenece a Abdoulaye Diallo (Rennes), pero tampoco hay que descartar a Papa Camara (Sochaux) uno de los olímpicos del 2012.
Algunos románticos aún piensan que la ofensiva debe seguir a cargo de Demba Ba (Shanghai Shenhua), experimentado jugador que ha decidido probar suerte en la atrayente liga china. Aún con 30 años a cuestas muchos creen que su sola presencia le daría un plus extra a una selección que no tiene nada que envidiarles a otras que dominan el continente. Si lo viéramos desde ese punto de vista también podríamos recurrir a Moussa Sow (Al Ahli) descollante goleador que triunfo por todo lo alto en Francia y en Turquía. 29 años encima figura en los registros de este goleador.
Todo está bien pero yo personalmente creo que es hora de darle paso a la magnífica generación de atacantes que ha cosechado el balompié senegalés. Moussa Konate del Sion de Suiza. Viene haciendo lo suyo en una liga de segundo plano en el ámbito internacional. Sadio Mané del Southampton inglés. Uno de los llamados a ser la esperanza de gol para los dirigidos por Cisse. La Premier ya sabe de sus condiciones. Y si hablamos de dotes quien mejor que Diafra Sakho del West Ham para decirnos que el oro negro es el más requerido en estos momentos. Cierra la lista o mejor dicho la completa, el vertical Mame Diouf (Stoke City). Ilustre apellido que reúne calidad y desenfreno. No es el caso del ex jugador del Manchester United cuyo profesionalismo ha quedado corroborado.
Hay otros como Idrissa Gueye (Aston Villa), Pappis Demba Cisse (Newcastle) o Henri Saivet (Girondins Burdeos) que se me han quedado en el tintero. No es que el olvido ha hecho lo suyo, sino que era extenderme demasiado y no deseaba caer en redundancia. Hay material y existe calidad. Senegal tiene todo para forjar un futuro triunfal y de ellos depende que el mañana sea igual o mejor que la de sus antecesores del mundial asiático. Rusia los espera, ojala y ellos no la dejen aguardando en la banqueta.

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