Gareca mencionó una
palabra que para la afición peruana suena a burla. Matemáticamente, dijo el
seleccionador peruano, y todos abrieron los ojos y volvieron a ver la misma
historia de siempre.
La selección peruana
jugará mañana por la octava fecha de las eliminatorias frente a su similar
ecuatoriano. No es un partido más puesto que la bicolor tratará de mantener
viva sus esperanzas, esas esperanzas que Ricardo Gareca terminó por sepultar
con sus declaraciones tras caer ante Bolivia hace algunos días. Ya no volveré a
decir lo que se ha dicho, pero lamentablemente debemos darle la razón al
técnico argentino quien no tiene la culpa de que nuestro país no tenga un rumbo
definido y que todavía piensa, erróneamente, que contratando un entrenador
extranjero podrá llegar al añorado Mundial.
Perú como sociedad
está desviada y esto no es algo que debe molestar a nadie. Y lamentablemente el
fútbol no es ajeno a esto. Los chicos crecen con imágenes que no sirven como
ejemplos. Las calles están llenas de violencia y de lisuras. Es decir, la
formación de hogar es nula en la sociedad inca. Ahora, esto acaso no influye en
el crecimiento de los futbolistas. Por qué condenan que los jugadores
aprovechen sus viajes al Perú para distraerse y empinar el codo. Acaso no es
verdad que así somos.
La selección es un
reflejo de cómo afronta el peruano el trabajo, ya que nada se puede conseguir
si no hay un proceso, palabra esta tan usada en nuestro medio que el solo
mencionarla parece que bastaría para que se diera. No es así pues. Acaso no es
verdad que nuestros futbolistas son más conocidos por sus relaciones con la farándula
que por lo que hacen en el campo. No es verdad que el periodismo solo hace que los ánimos
de la afición no perezcan puesto que el negocio se les viene abajo. Acaso somos
realmente profesionales en lo que hacemos. Tenemos un campeonato local paupérrimo,
y peor aún, no son los que reclaman ahora los que cada semana hablan de
partidos llenos de emoción. Por favor, el deporte en el Perú no es profesional
es solamente un juego y creo que al final eso hace que estemos donde estemos. Ya
van a cumplirse 36 años de no asistir a un mundial. Son más de 3 décadas donde
han desfilado los Popovic, Delfino, Del Solar, Hirano, Carranza, Burga, Solano,
Maestri, Pizarro, y tantos otros. Ojo, no es que sean malos es que simplemente
fueron parte de una pereza llena de intereses que no tiene cuando acabar.
Bueno, hay tantas
cosas por decir, pero a estas alturas solo sirve el creer que tal vez con un
poco de suerte y con un buen resultado por la noche ante los ecuatorianos se
vuelva a revivir una esperanza que más suena a masoquismo que a una
credibilidad en un equipo que es el fiel reflejo de una nación con auge económico,
pero que no tiene cultura ni educación.
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