miércoles, 4 de enero de 2017

Axel Witsel es seducido por el fútbol chino



Rechazar a la Juventus por el Tianjin Quanjian solo es cuestión de dinero. Eso fue lo que precisamente experimentó Axel Witsel tras romper las negociaciones con la Juve y aceptar la oferta del balompié chino.

Es la primera vez que escucho del Tianjin Quanjian, y seguramente lo mismo le pasa a Axel Witsel. Se sabía que su futuro estaba lejos del Zenit San Petersburgo, sin embargo, cuando todo hacía pensar que al fin llegaría a un acuerdo con la Juventus, el equipo dirigido por Fabio Cannavaro, entró a tallar y puso sobre la mesa un sueldo de 18 millones de Euros anuales, cifra que el campeón italiano no podía igualar. Según la prensa de su país, el internacional belga se incorporará a su nuevo club de forma inmediata, y paralelamente esto haría peligrar su estabilidad en la selección nacional a sabiendas que la liga china no es de las más potentes del planeta.

“Ha sido una decisión muy difícil porque, por un lado, tenía una oferta de un gran equipo y un club con el nombre de la Juventus y, por otro lado, tenía una oferta que no podía rechazar por el futuro de mi familia”.


El ya ex jugador del Zenit inició su carrera en el Standard Lieja para posteriormente pasar al Benfica equipo que lo vendió al cuadro ruso el 2012. De esta manera Witsel pasara a cobrar seis veces más de lo que facturaba con la camiseta del Zenit y se prepara para compartir vestuario con los brasileños Jadson y Luis Fabiano, así como con el colombiano Henry Palacios.

“Los dirigentes de la Juventus se han portado conmigo como señores y les estoy muy agradecido. Voy a seguir siendo seguidor de la Juve. Espero que ganen la liga de campeones. Así quizá nuestros caminos se crucen”.



La operación ha concluido y no solo Witsel se ha visto beneficiado puesto que el Zenit se embolsará 20 millones de Euros por un jugador que acababa contrato en junio próximo. Fue el triple de dinero lo que ofrecía el Tianjian a lo que estaba dispuesto a pagar la Juve. En estos casos si tendría cabida decir que por mi mejoría hasta mi casa dejaría. 

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