Que raro suena esto, es por eso que vuelvo a reafirmarme que al menos para el fútbol no debió desaparecer la antigua Unión Soviética. La nueva Rusia, anfitriona del próximo Mundial, ha creido conveniente nacionalizar a tres jugadores brasileños los cuales ya son parte de la escuadra que dirige Stanislav Cherchesov.
Igor Akinfeev (CSKA Moscu) en el arco, los hermanos Berezutski en defensa, Alan Dzagoev (CSKA Moscu) en la mediapunta y Aleksandr Kokorin (Zenit) en el ataque. Esto no ha sido suficiente para el seleccionador ruso que ha creído conveniente utilizar a varios nacionalizados dejando en claro que Rusia, en estos momentos, necesita de refuerzos para realizar un buen Mundial. Cherchesov suele plantear una defensa de tres con dos carrileros. Tan escasa es la producción de jugadores en el país que se ha tenido que convocar nuevamente al experimentado Yuri Zhirkov (Zenit) para la franja izquierda y para la banda derecha convocar al brasileño Mario Fernandes.
Fernandes es un lateral brasileño al que le fue concedida la nacionalidad rusa hace un año. Llegó al CSKA Moscu el 2012 procedente del Gremio y de alguna manera resuelve el problema del carrilero diestro. Todos sabemos que Igor Akinfeev es el arquero titular del cuadro ruso, sin embargo, Cherchesov ha optado por contar también con el arquero del Lokomotiv, el brasileño Guilherme. El ex jugador del Atlético Paranaense llegó a Rusia el 2008 y desde el 2015 cuenta con pasaporte ruso.
El último en unirse a este grupo es Ariclenes Da Silva Ferreira, un delantero de 32 años que juega en el Lokomotiv y que en diciembre obtuvo la nacionalidad rusa. Con este atacante el conjunto dirigido por Cherchesov refuerza una ofensiva que solo cuenta con el inconstante Kokorin.
Rusia llega a su Mundial sin el cartel de favorito. Ya no es la misma Unión Soviética de antes y el papelón realizado en el Eurocopa solo han derivado en que los tiempos se acorten y la paciencia sea casi nula. La afición espera que Rusia realice una actuación decorosa en su tierra y menos que llegar a la segunda fase será considerado un rotundo fracaso.
Fernandes es un lateral brasileño al que le fue concedida la nacionalidad rusa hace un año. Llegó al CSKA Moscu el 2012 procedente del Gremio y de alguna manera resuelve el problema del carrilero diestro. Todos sabemos que Igor Akinfeev es el arquero titular del cuadro ruso, sin embargo, Cherchesov ha optado por contar también con el arquero del Lokomotiv, el brasileño Guilherme. El ex jugador del Atlético Paranaense llegó a Rusia el 2008 y desde el 2015 cuenta con pasaporte ruso.
El último en unirse a este grupo es Ariclenes Da Silva Ferreira, un delantero de 32 años que juega en el Lokomotiv y que en diciembre obtuvo la nacionalidad rusa. Con este atacante el conjunto dirigido por Cherchesov refuerza una ofensiva que solo cuenta con el inconstante Kokorin.
Rusia llega a su Mundial sin el cartel de favorito. Ya no es la misma Unión Soviética de antes y el papelón realizado en el Eurocopa solo han derivado en que los tiempos se acorten y la paciencia sea casi nula. La afición espera que Rusia realice una actuación decorosa en su tierra y menos que llegar a la segunda fase será considerado un rotundo fracaso.
0 comentarios :
Publicar un comentario