lunes, 5 de octubre de 2009

Brasil y sus centrales

Hace poco o hace mucho, lo real o lo irreal, el momento gobernaba en concordancia con el presente, pero este nada tenía que ver con el futuro.

Hace poco más de once años, cuando Brasil no tenia una defensa confiable y el técnico Mario Zagallo llego a probar hasta 17 zagueros; todos pensaban que la canarinha no estaría en condiciones de revalidar el título conseguido en EE.UU 94.

Aldair
Todo señalaba que el “lobo” buscaba refaccionar la zaga mundialista, es decir, con Aldair (Roma) y Marcio Santos (At . Mineiro) pero la inactividad de este último imposibilitaba este deseo.
André Cruz (Napoli) era otra opción valedera. Me causa confusión la historia de este jugador, porque su buena actuación con los de San Paolo le facilito su ingreso al Milán, pero aun así, no se hizo un lugar en la selección.
Muchos nombres pasaron, Celio Silva (Corinthians), Adriano (Celta de Vigo), y hasta Ricardo Rocha (Newell’s) el poco recordado ex jugador del Real Madrid.
Pero bueno, la historia es solo una introducción, solo para mostrar que no todo lo que brilla es oro, y no todo lo oscuro es carbón. Con el transcurso del tiempo los auriverdes encontraron zagueros y se convirtieron en la mejor línea defensiva del continente.


Lucio
Lucio (Inter de Milán), se gano un puesto con buenas actuaciones. Conquisto Alemania, primero con el Bayer Leverkusen y después con el Bayern Munich.
Juan (roma) era el acompañante de Lucio, pero extraños aires lo alejaron de los elegidos, dándole pase libre a Luisao (Benfica), todo un peligro en las jugadas de táctica fija.
Luisao
Alex (Chelsea) es el cuarto en discordia. La partida de Hiddink de Stamford Bridge lo sumergió en la suplencia. Remate temible, fuerza, pero algo lento. Suple sus limitaciones con la ubicación.
Marcelo José Bordón (Schalke 04) no cuenta para Dunga, mientras que Thiago Silva (Milán) ve la ventana abierta y se mete. Al menos en San Siro le gano la pulseada a Oguchi Onyewu y a Kakha Kaladze.
Hace poco o hace mucho, hace tiempo. Pero todo cambia para bien o para mal, pero con trabajo todo es mejor, y con planificación es mucho mejor.

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