Equilibrio
para alcanzar el
sosiego. Bartolomew Ogbeche ha
sido una de las
grandes promesas del
balompié nigeriano. Nunca alcanzo
el vuelo esperado, sin
embargo, ha sabido mantenerse
en el primer
mundo, discretamente, pero
siempre en una
relevante liga.
Todo un trotamundos
del fútbol. No ha podido establecerse salvo
alguna estancia en
el París Saint Germain. Después de
eso, la lista se
engrosa con nombres
como el Bastia (2004), Metz (2005), Al Jazira
(2005-06), Alavés (2006-07), Valladolid (2007-09), Cádiz (2009-10), Kavala
(2010-11), Middlesbrough (2011-12), y
por último Xerez (Enero 2013). Impresionante para
un jugador cuya
inestabilidad futbolística ha
sido el ancla
que lo ha tenido atado
durante toda su carrera.
Lastimosamente
para el Xerez, una
fractura al húmero
lo aleja del
resto de la
temporada, dejando al conjunto
español con la
frustración de poder contar
con alguien que
recién pudieron fichar
tras unas extensas
pruebas. Es decir, se dudó
al adquirirlo y
tal parece que la
intuición era acertada.
Atacante de grandes
condiciones técnicas y
físicas. Indubitablemente un prodigio
en su momento. Lamentablemente una
rara travesía profesional. Cuál habrá
sido el problema. Cuál hubiera
sido su techo. Preguntas sin
respuestas que solo
quedaran en anécdotas
que pasaran al
olvido.
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