El dinero lo compra todo, menos el éxito. El París Saint Germain apostó 3 de 3 y terminó con 1 de 3. Eliminado de la Copa de la Liga y de la UEFA Europa League, el conjunto parisino no halló mejor solución que despedir a su técnico Antoine Kombouaré, y renovar la ilusión con la llegada del estratega italiano Carlo Ancelotti, y la promesa de fichar a los brasileños Kaká (Real Madrid) y Alexandre Pato (Milan), y al inglés David Beckham (Los Ángeles Galaxy).
Con Leonardo al frente del ambicioso proyecto, el París Saint Germain vuelve a la carga en pos de la corona francesa, campeonato que lidera de forma contundente. Sin embargo, se ha conocido que Beckham ha negado su llegada a la escuadra francesa, y lo de Kaká ha ingresado a un terreno inhóspito.
Nombres como los del marfileño Didier Drogba y de Florent Malouda, ambos en el Chelsea, suenan fuerte para un conjunto que al inicio del presente ejercicio ya dio que hablar contratando al defensor uruguayo Diego Lugano (Fenerbahce) y al argentino Javier Pastore (Palermo). A estos sumarle al internacional francés Zoumana Camara, al brasileño Nene, al lateral izquierdo marfileño Saka Tiene, y al marcador derecho brasileño Ceara.
Definitivamente, tanto Leonardo como Ancelotti, que ya trabajaron juntos en el Milan, intentaran reforzar un equipo que gracias a sus propietarios cataríes busca colarse entre los mejores clubes europeos, pero tal como parece los 61,5 M€, no serán suficientes para potenciar una plantilla que a nivel local marca diferencias claras, pero que en el exterior ha dejado muchas dudas.
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