Seguramente no
fue para conocer
la muralla china. Tampoco para
nutrirse de la
cultura milenaria. Hay algo
que lo empujó
a Didier a
exiliarse en el
balompié asiático, y no
necesariamente fue el
proyecto del Shanghái Shenhua.
"De
verdad, no he venido aquí con la idea de ganar dinero. He venido porque es un
desafío completamente distinto a lo que he visto en Europa. Y esa es la idea,
hay muchos desafíos pero este es enorme"
Ante ustedes
la respuesta y
de la boca
del propio Drogba. La diplomacia
es una cualidad
empleada hasta la saciedad.
El quedar bien
a pesar de
pensar diferente, a pesar
de creer lo
contrario.
José Antonio
Camacho (Selección china), Marcello Lippi , Lucas Barrios y
Darío Conca (Guangzhoy Evergrande), Frederic Kanoute (Beijing Guoan),
Giovanni Moreno y Nicolas
Anelka (Shanghái Shenhua), Fabio Rochemback
y Gustavo Canales
(Dalian Aerbin), son algunas
de las figuras
que hoy adornan
el adinerado fútbol
chino y que
se complementa con
una inacabable lista
de jugadores brasileños
que invaden los
campos asiáticos.
Porque
negar
lo innegable. Porque desviar
la atención e
ilusionar a los
aficionados que con
transparencia otorgan la
bienvenida a los
nuevos cracks. La misma
historia de siempre, el
decir lo que
los demás quieren
escuchar y la eterna
suspicacia de cuál
es la verdad
de las declaraciones públicas.
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