Las mieles del
triunfo son las
puertas de un
nuevo mundo. El monarca
europeo deja dudas. Ya no
es más ese
conjunto agazapado que
espera. Su reciente versión
le exige salir, lo malo es
que situaciones como
la Supercopa no
permiten o hacen
titubear al momento
de tomar la
iniciativa.
Destrozado en el
Principado y maniatado
en la Charity
Shield. Los azules de
Roberto Di Matteo
han intentado cambiar
el programa. Ya no
es más el tímido conjunto
que aguardaba a que Drogba
aportara su efectividad
y que el rival
se choque contra
un muro defensivo.
La pregunta es: ¿Puede
el Chelsea jugar
al ataque?
Ivanovic no es
lateral, eso está claro. Mikel equilibra
pero necesita un
apoyo, y para colmo
Hazard y Mata
no disfrutan de
la marca. Protagonismo del
belga, inconsistencia y lucha
de Torres, cansancio de
Lampard y un
deslucido Ramírez que
sin espacios pierde
brillantez.
Con glamour y
pedigrí. Stamford Bridge no solo
destaca por el
dinero, con la “Orejona”
en la vitrina, el
asunto pasa si
dejas de ser
un chico o
te comportas como
un grande.
El Chelsea está
en transición.
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