Borghi tenía razón, Bielsa
tiene más viudas
que los deudos
de la segunda
guerra mundial. Como no
puedes acceder al
rosarino hay que
ir por un
calco. Ni siquiera un
alumno, tan solo un
admirador.
Jorge Sampaoli ha
logrado imponer, o mejor
dicho, revalidar un estilo. El
3 – 4- 3 con los
añejos punteros y
la dinámica asfixiante. Ganar por
agotamiento y obtener
una impactante presencia
física. Jugadores marca Sampaoli
que puedan desarrollar
un trabajo con
las normas de
Bielsa. No es muy
complicado imaginar los
puntales del proceso
venidero, ojo, el ex entrenador
del Bolognesi aún
no está firmado, pero
nada hace pensar
lo contrario.
Marcos González (Flamengo)
es un fijo, al
igual que Eduardo
Vargas (Napoli), y quién sabe, a
lo mejor hasta Junior Fernándes (Bayer
Leverkusen) tenga sus
opciones. Matías Fernández (Fiorentina)
no las tiene
todas consigo. Enganche muy
poco adaptable a
la marca.
¿Quién será el
nuevo Matías Rodríguez?
Mauricio Isla (Juventus) debe
ser el indicado
pero no tiene
gol. Jean Beausejour (Wigan
Athletic) en la izquierda. Lo más
seguro es que
se quede sin oxígeno ante
tanto trajín. Alexis Sánchez
(Barcelona) es indiscutible
como puntero derecho, y
a lo mejor
Jorge Sampaoli se
fija en Mark
Gonzáles (CSKA Moscú), en el dique
seco por mucho tiempo, para
la siniestra.
El triunfo no
te lo garantiza
nadie. El fracaso te
la genera las
indecisiones. El efecto
Sampaoli se inicia, que
el efecto Ternero
no lo persiga
y termine como
alcalde en alguna
municipalidad chilena.
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