La roja ha
caído estrepitosamente y como es
normal el técnico
paga la factura
y recoge los
pedazos de un
mundo roto. Claudio Borhi
es más chileno
que argentino, sin embargo, las
derrotas en las eliminatorias
y sus métodos disciplinarios
han hecho que
informalmente un par de
dirigentes lo inviten
a la salida
tras concluido el
encuentro contra Serbia.
El “Bichi” convivía
en el paredón hace
algunos meses, aunque nadie suponía
una
derrota tan contundente
que terminaría por
sepultar al estratega
platense que tuvo
que lidiar con
el exceso brutal
de Arturo Vidal, las
agresiones de Mauricio
Isla contra un
juez de línea
en Septiembre del
2011, la salida de
madrugada de Gary
Medel y Eduardo
Vargas en junio
último, y como olvidar
la ingesta de
alcohol de los
internacionales Jean Beausejour, Jorge Valdivia, Gonzalo Jara, Carlos
Carmona y el
irascible Arturo Vidal, en
noviembre del año
pasado.
No hay más
que decir. Chile dispone
de un importante
material humano, pero su idiosincrasia
ha
mellado en el
orden de un
puñado de jugadores
cuya anarquía y excesos
han terminado por
dejar al combinado
sureño sin técnico. La pregunta
es: ¿Borghi es el
único responsable de
la debacle chilena?
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