Los artistas necesitan
de los obreros. Bregar, luchar y
un desgaste total
en pos del
balón. Josip Radosevic llega
desde Croacia para
unirse próximamente al
Napoli y para
realizar una función
que Walter Gargano
abandonó al marcharse
al Inter de
Milan.
El popular “Zujo”
es un mediocentro
combativo que desconoce
de rendiciones y
que hoy en
día es un
fijo para el
seleccionador croata Igor
Stimac, a pesar que
no alcanza ni
siquiera los 50
partidos como profesional. Es un típico
picapedrero que
no se anda con exquisiteces,
pero cuya función dentro del
campo es tan
vital que su
presencia es obligatoria
para facilitarles la
tarea a los
Modric y Kovacic.
Comparado con Gennaro
Gatusso, el ya ex
jugador del Hadjuk
Split no rehúye a los nuevos
retos y sabe
qué es lo
mejor para su
desarrollo profesional. Desechó la
oferta del Parma, que
no solo le ofrecía
más dinero que
el Napoli sino
que también se
comprometía a fichar
a su hermano menor. Sin embargo, Radosevic tuvo
a bien decidirse
por uno de
los candidatos a
hacerse con el
Scudetto en la
presente campaña.
Croacia no se
detiene en su
producción futbolística. Kovacic,
Modric, Pjanic y ahora
Radosevic. Tanto talento unido
solo puede derivar
en un éxito
asegurado, Stimac lo sabe y
no duda en
refrendarlo. El listón está
alto, pero las nuevas
perlas hacen pensar
que todo está
al alcance de
las manos.
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