Algunos nacen en
cunas balompédicas y
otros bajo un
fuego a mansalva. Cuando se
habla del fútbol
Bosnio inmediatamente se
acerca la figura
de Edin Dzeko, el
hombre estandarte y
la estrella de
una desafortunada nación. Ya no más,
y es que Miroslav
Stevanovic, recientemente
llegado al Sevilla, se
pone la mochila
como nuevo abanderado
del frustrado fútbol
bosnio.
Extremo que más se
asemeja a un
interior. Pegado a la
banda derecha suele
buscar el mano
a mano y
terminar con un
preciso centro. Pero a
su vez también
posee un gran
manejo del esférico y
un buen panorama
de juego. Es decir, el
conjunto andaluz ha incorporado
a un centrocampista ofensivo
que con 22
años no tiene
un asombroso registro
goleador pero suele
estar presente con
muchas asistencias.
Dos etapas en
el Vojvodina y
un título de
Copa con el
Borac Banja Luka, llamaron la
atención del seleccionador
Safet Susic que lo
convocó para la
absoluta.
Dzeko en el
Manchester City, Pjanic en
la Roma, Spahic en
el Sevilla e
Ibisevic en el Stuttgart.
Bosnia apunta alto
y cree más
que nunca que
la tercera será
la vencida, apeados del
último Mundial y
de la Euro
2012, los de Susic
esperan por fin
alcanzar una fase
final de un
torneo importante lo
cual sería la
verdadera graduación para su
generación dorada.
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