Quién es o
quién será. Los medios
y ellos lo
dicen. El fútbol belga
ha renacido y
la selección es el
motivo. Muchos nacen y
otros se detienen. Maxime Lestienne
está creciendo y
toda Europa ya
lo está notando.
Con la izquierda
o la derecha, ambidiestro lo denominarían
los
pulcros del vocabulario. No es
un típico puntero
zurdo que busca
el desborde y
la asistencia, aunque lo
sabe hacer. Él más se destaca
por cerrar la
pinza y aprovechar
alguna pestañada del
marcador contrario. Gusta de
las diagonales y del remate
furibundo al ángulo
bajo del arquero
rival.
Sus primeros pasos
los realizó en
el Excelsior Mouscron. Ha combinado
perfectamente su idilio
con el Brujas
y su participación
en las categorías
inferiores de la
nacional, aunque es consciente
que figuras como
Hazard o Lukaku
le impiden por
el momento hacerse un
lugar en el
comando dirigido por
Marc Wilmots.
Está
adquiriendo bagaje en
la Jupiter League. Sabemos que
será difícil su
explosión total, hay obstáculos pero
en un futuro
cercano Maxime estará listo
para relevar a los que
hoy llenan las
tapas de los
diarios. Por ahora solo
es una promesa, pero quien sabe, tal vez un
buen contrato en
el exterior apresure
su evolución.
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