Ahora ya
sé que Messi
nunca se comparará
a Maradona. Recuerdo una
final mundialista donde
el “Pibe” jugaba con
una lesión encima. Era
1990 y Lionel
tenía 3 años, era
una lejana copa
del Mundo y
Diego perdía pero
con la frente
en alto y junto a
sus compañeros en
el campo.
Todo tiene
un principio y un final. Messi
nunca ha sido
el Barcelona sencillamente porque
el fútbol es un juego
de conjunto y
no de un
solo hombre. Hoy, porque lo escribo
horas después del partido, he
visto caer a otro equipo
que se autonombraba
el mejor de
todos los tiempos y
que tuvo que
tragarse sus palabras
de la manera
más despiadada.
Pero es
difícil olvidar un
amor tan rápido, y
las novias con
micrófono que tiene
Lio se niegan
a reconocer la
timidez que el
mejor jugador del
mundo ofrecía en
el banco de
suplentes. Me pregunto si
Diego alguna vez
se escondió entre
las mantas de
su técnico.
El Bayern
tiene apetito, hoy lo
pudimos ver y
comprobar. El Barcelona es
uno más en
Europa pero el
más más en España.
Messi es
un buen jugador
pero no el
más grande de
todos los tiempos. El
Barca fue un
buen equipo pero
nunca fue el
mejor de todas
las épocas. Que esto
quede claro y
que esto no
se niegue.
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