No sabe
no opina. Ancelotti adopta
la postura de
los indecisos en
una justa política. Personalmente creo que
lo sabe pero
prefiere desviar la
verdad e inconscientemente vernos
la cara de
ilusos. Cada quien sabe
lo que le
conviene y piensa
lo que mejor
le parezca. Madrid o
París, cualquiera sea su
destino Carleto seguirá entre
los grandes y
entre los millonarios.
“La temporada
no ha terminado
todavía, sé que hay un
montón de rumores
pero no hay
ninguna novedad. Todavía dudo. No estoy
seguro de mi futuro”.
Cada uno
de sus gestos
es una señal. Siempre con ironía
o despreocupación. El italiano conoce
del interés madrileño
pero ya sabe
cómo manejarse en
estos avatares, es más, se
hace derogar y
juega con las
palabras, como esperando que
la prensa muerda
el anzuelo y él, con la
sagacidad que lo
caracteriza, irse a casa
con la canastilla
llena de peces.
“No he
tenido ninguna reunión
con los dirigentes
del PSG. Tal vez
la próxima semana”.
Mourinho no
seguirá en el
Madrid. Referirse a Casillas
y a Pepe ha sido una manera irrespetuosa
para salir del Bernabéu
pero
la más adecuada
porque este escandalillo
ha hecho que
todos olvidemos el
fracaso de los merengues
en la Champions. Hasta para
esto el portugués
ha sido un estratega.
Lo del italiano
pasa por esperar
y celebrar. La nueva campaña
se avecina y
la filosofía peninsular
está por aterrizar
en Chamartín. Todos los niegan
pero también todos lo afirman. Ancelotti llegará
a Madrid, Mourinho acabará
en Londres y
Leonardo buscará en
el mercado un
reemplazante. Ojo, no lo digo
yo sino ellos
con cada una
de sus declaraciones.
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