Hay algunos
que se nacionalizan
para poder jugar
a nivel de
selección. Diego Costa no
será el primero, Deco estuvo
antes, Kevin Kuranyi más antes, y
como no recordar
al desafortunado Eduardo Da
Silva. Todos buenos pero
al parecer no
lo suficiente para
jugar por la
verdeamarelha.
Y es
que hay tantos
que no se
puede complacer a
todos. Alguien recuerda que
Willian fichó para
Chelsea esta temporada. Uno de
los colonos del
Shakthar Donetsk que
no tiene oportunidad
en Londres. Lo contrario
le sucede a
Fernandinho, cuyo presente lo
ubica como la
bisagra del Manchester
City.
Hace muchos
años que Helton
es el guardián
infranqueable del Porto. Sabemos que
al campeón portugués
no le va
bien en la
Champions, pero 8 temporadas
en el Dragao
hablan bastante bien
del peculiar arquero brasileño. Dicen que un
conjunto de la categoría
del
Bayern Munich no
compra sin conocer. Rafinha es
un lateral izquierdo
que participó del
Mundial sub – 20 (2005), trampolín vital
para emprender su
aventura europea. Primero fue
el Schalke 04, después
el Génova, y ahora, enclavado en
Alianz Arena, lucha por
tener minutos en
el campeón de
Europa.
El nombre
de Ruy Ramos no es
reconocido en esta
parte del mundo, sin
embargo, si alguna vez
llegan a Japón
y lo mencionan se
darán cuenta del
arraigo que tuvo
en el continente
asiático. Verdy Kawasaki,
Kyoto Purple, 7 ligas, 6 Copas y
6 trofeos del
Emperador. Nada mal para
un centrocampista que
también fue internacional
con la divisa
nipona.
Pepe en
el Real Madrid
y Liedson en
el Porto, ambos se
cansaron de esperar
por una llamada
de la canarinha
y se decantaron
por el seleccionado
portugués. Thiago Motta jugó
para los grandes
y a pesar
de ello nunca
fue tomado en
cuenta. Barcelona, Juventus
y París Saint
Germain han sido
sus novias los
últimos años.
Nadie es
profeta en su
tierra. Que poco original
que soy. Pero cuando
la competencia es tan amplia
es mejor tocar
otras puertas, algunas se abrirán
y para
los que sobran, como
dirían los prisioneros, solamente queda
enfocarse en lo
suyo y unirse
al baile de
los poco afortunados.
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