No sirve
acostumbrarse a ganar
porque tarde o
temprano te tocará
perder. Ahora hablan de
la actitud boquense, que
si Bianchi se
equivocó o que
si la preparación
física es un
desastre. La verdad es
que Boca no
juega a nada
y tal parece
que a muchos
les cuesta decirlo.
El aburguesamiento del
Virrey es impresionante. Aceptar a regañadientes una
responsabilidad e implícitamente embarrar en
la cara los
títulos de antaño. Riquelme ya
no verá fútbol
hasta el 2014, tendrá
algo que ver
con su edad
o toda la responsabilidad es
del preparador físico. Hace unos
días quise ejercitarme
como lo hacía
a los 25
años, allí me di
cuenta que ya
tengo 35. Pero que va, yo
soy solo un
ser humano y
no un Dios.
“Para permanecer
en este club hay que
ganar más cosas”.
Agustín Orión.
Es cierto, lamentablemente Boca
es un grande
y ser un segundón no
satisface a nadie. Bianchi lo
sabe, pero la incógnita
está en que
si su autoestima
le permite entender
el mal momento
que vive.
Los buenos
tiempos no son eternos.
Eclipsado el triunfo
ya solo queda
recomponerse e intentar
cambiar el rumbo. La corte
del Virrey hizo
lo suyo, pero para
un grande el
vivir de recuerdos
es caer en la mediocridad.
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