Creo que
no, al menos es muy complicado
para los que
han crecido con
la Messimanía encima. Mientras Paolo
Rossi se consagraba
como la figura
de España 82, el
buen Alessandro Altobelli
aceptaba su minuto
de gloria con
la complacencia de
alguien quien se
sabe bueno, pero poco
afortunado.
El Mundial
del 82 me
alcanzó cuando cursaba
los 4 años
de edad. Lógicamente que no
tenía capacidad alguna
para entender el fútbol ni
sus raíces. Italia triunfaba
sobre Alemania y
se alzaba con
su tercera Copa
del Mundo. Altobelli convertía
el último gol
de la final.
“Spillo” (Aguja) sabía
que era un
actor de reparto. Desde sus
épocas en el
Brescia y su
posterior fichaje por
el Inter, Altobelli fue considerado siempre
un buen atacante aunque
nunca una estrella. Su
1.80 de estatura
y sus 60
kilos de peso
lo hacían un
delantero eficaz en
el juego aéreo, algo
que no reñía
con su manejo
del esférico. Llevó al
Inter a
ganar el Scudetto (79 - 80), convirtió todos
los goles de
la azurra en
México 86 y
jamás obtuvo lo
que otros ganan
por las circunstancias.
“Spillo” estuvo
presente, aunque todo indica
que nadie se
dio cuenta.
Para terminar
debo disculparme con
mi profesora de
redacción porque al
parecer no aprendí
la regla básica
de la pirámide
invertida. Y qué más
da, escribo porque me
enseñaron e interpreto
porque es la única
capacidad que todos
ponemos en práctica.
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