La imagen
de Ronaldinho recorre
todas las redes
sociales. No es para
menos ya que
el veterano artista
genera admiración hasta
en sus verdugos. Universitario celebra
un título más, la
pregunta es ¿Qué
viene después de
tanto llanto y
grito desaforado?
Ambas historias
se enlazan gracias
a la Copa
Libertadores. Uno es el
actual monarca y
el otro no
piensa ni siquiera en
cómo afrontarla. Todo parece
una ilusión, mientras los
apostadores y eruditos
esperaban una final
entre brasileños y
alemanes unos marroquís daban
el batacazo y
demostraron una vez
más que la
FIFA suele planear
las cosas pero
eso no garantiza que se den
de esa manera.
En otro continente la
crema volvía ganar
un torneo local. No
es que el campeonato
peruano
sea el más
importante, sin embargo, hay que
resaltar lo hecho
por Ángel David Comizzo,
que llega al
triunfo y vuelve
a poner sobre
el tapete la
interrogante de la
Copa y las
verdaderas aspiraciones del
campeón incaico.
El Atlético
Mineiro ha sufrido
un tremendo cachetazo
y muchos nos
preguntamos por qué. Los botines
de dinho solo
fueron un trofeo
de guerra tras
una batalla que
se resolvió con
fulminantes contraataques africanos
y que ponen
nuevamente en tela de
juicio el menoscabado
fútbol carioca.
En tierras
peruanas aún se
celebra la obtención
de un campeonato. De costumbres
vive el hombre
y como suele
ser normal por
estos lares, se viene
un interminable jolgorio
de fin de
año, después vendrá la decepción internacional, cerrándose el
circulo con el
despido del estratega.
La historia
es la de siempre
y en estos
casos sí que
corrobora algo.
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