Bueno, tal vez
no sea tan
nuevo, pero ante las
convocatorias comunes y
las bajas recientes
siempre es agradable
recibir otras opciones. Hizo un
gol ayer en
el fútbol holandés
y discretamente señaló
que aún tiene
vida. Santiago Arias fracasó
en el balompié portugués, pero al
parecer ha encontrado
el equilibrio en
el PSV Eindhoven.
Nacido en
Medellín hace 21
años, realmente no me
gusta comenzar así, e
internacional en la
sub-17 y sub-20
colombiana. Carta de presentación
valedera para alguien
que se sostiene
de los comentarios
desfavorables que últimamente está
cosechando su compatriota
Camilo Zúñiga.
No es un
jet, pero se resguarda
bien para avanzar
con criterio. Ya estuvo
presente ante Bélgica
y demostró su
pragmatismo y simpleza
para jugar el esférico.
No es
un derroche de
virtudes pero transmite
mucha confianza.
El ex
jugador del Sporting
de Lisboa sabía
que Pékerman lo
tenía en cuenta, aunque también
era consciente que
la convocatoria podría
nunca llegar. La tenía
clara y así
lo hizo saber cuándo
se le llamo
de emergencia para
enfrentar a la
selección de moda
en Europa.
“Es un
paso importante esto
que me está
pasando. Estoy agradecido con
el profe por
esta convocatoria. Había hablado
hace más de
un año, en Sporting, con
el profe Pékerman, y sabía que
había un seguimiento. Lo importante
ahora es que me
llaman”.
Las ilusiones
mundialistas son o
tienen que ser
sustentadas. Arias sabe que
lo observan, conoce de
sus virtudes, pero la
verdad es que
no sé si su primer
gol en el PSV
puede
pesar mucho más que la
trayectoria de Camilo
en la mayor. Zúñiga no
juega, por ahora, y
tal parece que
la maldición Falcao
empieza a cobrar
efectivos y darle
una posibilidad a
los anónimos. Al final, creo
que en estos
recae el futuro
de la nacional
colombiana.
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