El
anonimato es mejor cuando recién se empieza. Alejado del glamour y de todas las
luces que acapara una estrella, las jóvenes promesas intentan mostrarse con
propiedad y buscan ser considerados sin siquiera pensar en sueldos
extravagantes o en reflectores incandescentes. Adrien Rabiot es un nombre que
jamás había escuchado. Un nombre que aparece entre las figuras parisinas y que
tiene en Laurent Blanc a su principal valedor.
Sería
una mentira decir que lo he seguido. Todo lo contrario, lo he conocido hace
pocas horas y realmente ha llamado mi atención. Y no es que la liga francesa no
sea una gran cantera, pero es más común ver salir a una joya africana que a un
buen valor francés, ya que estos últimos normalmente se dan a conocer en otras
ligas europeas. Así pues, tenemos como ejemplo a Antoine Griezmann, todo un desconocido
que recién empezó a tomar forma cuando se destacó en la Real Sociedad. Lo mismo
sucedió con Paul Pogba que nadie sabía que jugó en el Manchester United antes
de recalar en la Juventus. Y para rematar esta afirmación tomemos como muestra
a Raphael Varane, defensor que se hizo un espacio en el poderoso Real Madrid.
Pero
volvamos al tema de Rabiot. Este joven es un mediocampista que puede actuar en
la primera línea por su disciplina táctica y su equilibrio para la distribución
del balón, aunque también se le puede ubicar metros por delante para que
desarrolle su remate de larga distancia. Tiene cualidades y estás le permiten
ser tomado ya en cuenta a pesar que tiene a su lado a grandes jugadores como
Thiago Motta, Matuidi y Marco Verrati, es decir, meterse en ese trio no es cosa
de suerte sino de mostrar la calidad suficiente para ganarse la confianza de
todos. También se le puede colocar como interior porque tiene manejo del esférico
y gusta de asociarse, sin olvidarnos de sus desplazamientos largos que tampoco
son despreciables. Nacido en Saint – Maurice, un pueblo diminuto al norte de
Francia, tuvo a los 13 años la posibilidad de firmar por el Manchester City,
pero los problemas judiciales de los celestes terminaron por devolverlo a su
tierra y con 15 años aterrizar en suelo parisino. Carlo Ancelotti solicitó
informaciones sobre su persona, y finalmente, Laurent Blanc hizo que el París
Saint Germain le hiciera un contrato profesional y su nombre empezará a cobrar
una mayor importancia.
Veinte
años a cuestas y un gran futuro por delante. Adrien Rabiot refuerza una
generación que de por si reboza calidad y quién sabe, tal vez podríamos ver una
primera línea con Rabiot, Pogba y Matuidi. Que lujo realmente y si a esto le
añadimos a Griezmann, Sissoko, Kondogbia y Benzema estamos pues ante un candidato
y anfitrión de la próxima Eurocopa. El trabajo
empieza a dar sus frutos y esperamos que muy pronto los Zidane, Djorkaeff y
Henry tengan al fin el relevo que todo
el pueblo francés espera.
0 comentarios :
Publicar un comentario