Es
raro aunque ante la realidad del balompié brasileño parece lógico. Rafinha se
autoexcluyo de alguna convocatoria brasileña y se decidió a jugar por Alemania,
aunque todo depende si Joachim Low cree conveniente llamarlo o en su defecto
llevarlo a la próxima Eurocopa del 2016.
“Tengo
que obtener mi pasaporte, pero si Joachim Low me contacta después de mi examen
está claro para mí, estoy preparado para jugar por Alemania”.
Con
30 abriles encima, es decir, casi en sus últimos años como profesional,
Rafinha, el defensor del Bayern Múnich aguarda con entusiasmo el llamado de la
selección campeona del mundo, y mientras tanto sigue mandando en la Bundesliga
y tratando de recuperarse de la derrota sufrida ante el Arsenal en la Champions
League. Vamos a recopilar un poco el trayecto del lateral brasileño, perdón
alemán. Primero empezó a destacarse en el Coritiba, donde pudo darse a conocer
y ser convocado a la Canarinha disputando el Mundial juvenil del 2005. Este torneo
y su aporte a la selección auriverde le valieron para que el Schalke 04 se
hiciera con sus servicios pagando la irrisoria cantidad de 5 millones de Euros,
y no es que sea poco sino que ante las sumas manejadas en la actualidad esta
cifra suena como toda una ganga.
Fueron
años felices para Rafinha y al parecer la nacional parecía cada vez más lejana,
y no se equivocó. El Génova, un equipo italiano de mediana tabla y que
necesitaba contratar bueno y barato vio en el experimentado lateral una
posibilidad de refuerzo y ante los solamente 9 millones de euros que pedía el
Schalke, no dudo en ficharlo ipso facto,
generando un total sosiego para un jugador que se preparaba para la curva
descendente de su carrera futbolística. Una sola temporada duro en la Serie A y
es que el Bayern Múnich requería de un lateral conocedor de la Bundesliga y que
por ende no necesitara de ese periodo de adaptación que todo nuevo jugador tiene
que cumplir. Era el 2011 y Rafinha veía como su vida tomaba un rumbo distinto. Campeón
de la Champions League y del Mundial de Clubes y la posibilidad de por fin
disputar una gran competición internacional.
Brasil
se fijó en él cuando los triunfos llegaron y ese es como un amor por interés. Decepcionado
y con todo su cariño puesto en suelo alemán, este brasileño de nacimiento ha
decidido renunciar a su país de origen, no sin antes dejar una interrogante implícita,
su decisión hubiera sido la misma si el presente del pentacampeón mundial sería
diferente. Solo él lo sabe aunque pienso que todos sabemos cuál es la respuesta
y no hay que ser muy inteligente para darnos cuenta.
Entradas
0 comentarios :
Publicar un comentario