sábado, 24 de septiembre de 2016

El Valencia continúa sin timón



Ya son cinco días desde que el Valencia despidió a su técnico Pako Ayestarán, pero el tiempo en que el cuadro che no encuentra un rumbo definido es mayor, puesto desde Gary Neville hasta Nuno Espirito Santo existe un vacío muy grande y diferentes estilos de ver el fútbol.
                             
El cese de Pako es lo de menos a pesar que muchos resaltan que el magnate Peter Lim hace poco más de 3 meses le había extendido el contrato hasta el 2018. Esto solo es una cuestión anecdótica, porque la verdad es que el Valencia ni siquiera sabe qué tipo de entrenador desea, y si a esto le añadimos el saqueo que ha sufrido la plantilla nos encontramos ante un equipo sin una línea futbolística definida. Durante estos meses hemos visto como Nicolás Otamendi se marchó al Manchester City, lo mismo que Shkodran Mustafi al Arsenal, y por último, Paco Alcacer al Barcelona. Es precisamente el delantero español quien dejó en claro la verdadera situación del conjunto valencianista.

“El Valencia es un club muy grande. Cercano al FC Barcelona o Real Madrid si se hacen bien las cosas. No se están haciendo y no se cumplen con los objetivos le tengo cariño al Valencia”.


De estas declaraciones han pasado solo algunas semanas y tras la destitución de Pako Ayestarán solo nos queda dar fe de un etapa confusa que vive el conjunto che la cual se acentúa aún más con el desastroso inicio de temporada donde no se ha conseguido ningún punto y que echa a la basura otro proyecto del magnate asiático Peter Lim.

“La decisión ha sido tomada tras analizar la actual situación deportiva y los resultados obtenidos. El Valencia CF desea agradecer la implicación, esfuerzo, y profesionalidad de Pako Ayestarán y su cuerpo técnico en su tiempo al frente del equipo”.



Esta es la actualidad de un equipo que supo en algún momento tutearse con los grandes y que hoy atraviesa una de sus etapas más difíciles de su historia. Ahora dicen que las intenciones van por Marcelino, sin embargo, está claro que el técnico asturiano primero tiene que resolver su problema con la justicia deportiva española.

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