El inicio de la Copa Libertadores ilusiona y compromete. Un contundente Vélez Sarsfield que apabulló al Defensor Sporting (0-3) desplegando lo que hemos visto los últimos años, y un desconectado Alianza Lima que no sabe cómo honrar sus deudas ni se percata que elementos están inhabilitados.
Que importante son los laterales en este moderno balompié. Emiliano Papa y Fabián Cubero son dos muestras claras de esta premisa. Ojo, no con el nivel para una selección, pero con la suficiente pasta para ser los torpedos de un conjunto que se mueve al ritmo de David Ramírez y su fantasmal llegada hasta el borde del área rival para definir con un tiro colocado. Sin olvidarnos por supuesto de Gastón Fernández por la diestra y con el peligrosísimo Mauro Obolo en la delantera, un jugador versátil que se adapta a diferentes formas de juego, la prueba está en que viene de un conjunto como el Arsenal de Sarandí de un estilo vertical a un Vélez del toque primoroso y delicado.
Libertad de Paraguay es el primer escollo para un Alianza Lima del que solo se habla del grupo Pegaso, riñas dirigenciales y nefastos contratos como los del chileno Fernando Meneses, que hacen de la tienda blanquiazul un verdadero equipo de pueblo, desorganizado y haciendo de la improvisación su arma predilecta. Cómo es posible que no sepan que Jesús Rabanal estaba impedido de jugar la primera fecha de la Libertadores por su expulsión ante Vasco da Gama. Oscar Vílchez se marchó debido a las deudas y la misma novela se presenta en el caso de Luis Trujillo. Es decir, una total vergüenza para Guillermo Alarcón y sus allegados.
El mismo torneo pero diferente conducir. La formalidad contra la impremeditación. La pregunta es: ¿Hasta cuándo?
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1 comentarios :
Me parecen muy interesantes los datos que manejas. Sin embargo, discrepo con tu percepción sobre Alianza Lima y esa relación negativa que buscas, al asociarla con 'el pueblo'. Un abrazo, hermano. Cuídate.
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