Han pasado
varias horas y
recién puedo digerir
lo sucedido en
la final mundialista. Ganó
el mejor, de eso
no hay dudas. Porque
una cosa es
salir a proponer
respetando tu estilo
y otra muy
distinta esperar la
ruleta y que la
frialdad
o la capacidad
de tu arquero
defina la situación.
Qué curioso
es el fútbol. Se
dice que Argentina
tiene el ataque
más potente del
mundo, y sin embargo, no
pudo resolver 3
ocasiones claras de gol. Perdonen la
pausa, pero el llanto
de un niño
remueve todo ese
sentimiento contenido en el interior. Y
es que la
derrota te permite
replantear y hasta
pensar en que
nuestro parecer era
la solución al
problema. La cosa es
clara, Alemania como conjunto
es superior a
la Argentina.
La respuesta
está en el
proceso. Son ocho años
de trabajo que
lleva esta selección
alemana. En Sudamérica Brasil
convocó a Scolari
cuando Mano Menezes
fracaso. En Chile, Borghi destruía
lo construido por
Bielsa y como
no podían acceder
al “loco” se
decantaron por uno
de sus seguidores. Jorge Sampaoli
llego y volvieron
al vértigo y la
presión. En el Perú
no había coherencia, aunque sí
un favorito. Sergio
Markarián “ratoneo” y
el intentar cambiar
fue su mayor
error. Sabella tiene poco
más de 2
años a cargo
de la albiceleste, mientras que en la
gran vedette que
es Colombia, no nos
olvidemos que José
Pékerman aterrizó para
reflotar una nave
que Leonel Álvarez
había dejado a
la deriva.
Hablan de
penales y de
arbitrajes desastrosos. Y sí, Nicola
Rizzoli, un viejo conocido
de los albicelestes, debió expulsar
a Sergio Agüero
tras una clara
agresión a Bastián
Schweinsteiger. Dicho sea de
paso, que gran jugador
que es el
centrocampista del Bayern
Múnich. No se esconde, la
pide, empuja, organiza y recupera. Eso
es un verdadero
capitán. Argentina apareció en
tierras brasileñas con
los 4 fantásticos
y terminó con
una línea de
4 defensiva impecable. A
esto hay que
añadirle a un
caudillo como Javier
Mascherano y a un Sergio
Romero que las
detuvo cuando tenía
que hacerlo.
Porque después
del 7 a 0 hubo burlas
desmedidas por parte
de los argentinos
y no pensaron
que también podrían
sufrir una derrota. Qué
lástima ver a los brasileños
hinchando por los
alemanes y a
los del rio
de la Plata
imprimiendo polos con
la leyenda de
ese bochornoso resultado. Messi no
tiene carácter y no
va a cambiar
nunca. No marca y
es por eso
que Mascherano, Biglia y
Pérez tenían que
multiplicarse. Era obvio que
Alemania dependía de
la distribución de Schweinsteiger, y entonces, porque no
presionar la salida
del rubio mediocampista. Bueno, eso dejémoslo
para el análisis
de los que saben.
Por último
y para terminar
de fregarla la
FIFA elige a
Messi como el mejor
jugador del Mundial. No
se dieron cuenta, pero
allí nos demostraron
el por qué el
rosarino ganó el
Balón de Oro
2010 en detrimento
de Andrés Iniesta.
Ayer no
perdió Argentina, ayer perdieron
aquellos que buscaban
una final soñada, que
tenían la intención
de beneficiarse económicamente y
que siempre piensan
en sus bolsillos
antes que en el fútbol. El
fútbol, ese bendito deporte que
arranca pasiones y
derrama lágrimas. Hoy le
dije a mi
padre lo mismo que
hace 4 años, hoy
le dije, ojala y
dentro de 48
meses estemos como
desde hace mucho, viendo
y disfrutando una
final mundialista. Dios quiera
que sea así.
0 comentarios :
Publicar un comentario