No puede suceder otra vez. No
creo que la historia sea tan despiadada. Solo bastaba un empate ante Israel y
no pudo ser. Los comandados por Gareth Bale cedieron dos puntos de local y
tendrán que aguardar el próximo partido eliminatorio en Bosnia en busca de ese
empate que le dé al fin su pasaporte a la Eurocopa de Francia 2016.
Imagino como estará Chris
Coleman, un ex internacional que también pugnó por mucho tiempo por una
clasificación. Miembro de la generación del gran Ryan Giggs, este bravo
defensor mordió la frustración tantas veces que al parecer llegó a
acostumbrarse. Pero la selección galesa no era solamente estos dos jugadores ya
que en su momento también convivían en ese vestuario el gigante John Hartson de
larga data en la Premier, Robbie Savage, el polivalente jugador del Leicester
City, Ian Rush, el legendario delantero del Liverpool y el interminable Mark
Hughes, hombre que paseo su talento por el Manchester United, Barcelona y
Chelsea. Tampoco quiero olvidarme de Mark Pembridge, expeditivo defensor que
militó en el Sheffield Wednesday, Everton y el Benfica, ni del recordado
arquero Neville Southall que jugó nada más y nada menos que 17 temporadas para
el Everton ganando la fenecida Recopa europea en 1985.
Creo que me deje llevar, sin
embargo, no deseo alejarme de lo que este domingo aconteció en la ciudad de
Cardiff. Gales necesitaba ganarle a
Israel para conseguir matemáticamente su clasificación a la Euro 2016, pero se
topó ante un combinado ultradefensivo que solo pudo obtener un empate cuando le
urgía los tres puntos para mantener sus chances intactas. Pero el buen andar de
Gales no es solamente gracias al aporte de Gareth Bale, el jugador del Real
Madrid es solo una pieza que lidera un grupo que también puede darse el lujo de
contar con el creativo Aaron Ramsey (Arsenal) manejando el medio sector y con
Ben Davies (Tottenham Hotspur) aportando calidad sobre la banda izquierda. Y no
son los únicos puesto que Paul Dummett del Newcastle brilla en la defensa junto
al experimentado Ashley Williams del Swansea y al lateral Chris Gunter del
Reading.
A ellos hay que sumarle al
portero Wayne Hennessey del Crystal Palace, a los atacantes Hal Robson Kanu del
Reading y Sam Vokes del Burnley, al lateral derecho Adam Mattthews del
Sunderland, a Joe Ledley del Crystal Palace, a Joe Allen del Liverpool, a Lee
Evans del Bradford City y al ducho Andy King del Leicester City. Entonces,
estamos hablando de un combinado que cuenta con jugadores curtidos en la
Premier League, que mezclan juventud con madurez y que también están famélicos
de volver a una gran cita futbolística, siendo la última en el Mundial de 1958.
A esperar se ha dicho porque
a estas alturas solo esto queda. Gales sueña con la Euro y Bale quiere ser el
héroe de la hazaña. Han hecho una magnifica eliminatoria, hay material humano
para sustentar el éxito, y principalmente, hay una predisposición para romper
la eterna jettatura y colocar por fin a los leones en la lucha por ser el mejor
seleccionado europeo. Todo se ve tan cerca, aunque situaciones como las de hoy
aumentan el nerviosismo y limitan el entusiasmo.
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