viernes, 19 de febrero de 2016

Uno de los primeros diablos belgas



Pienso que no necesariamente fue de los primeros aunque si uno de los más importantes. En tiempos donde el fútbol belga vive un momento de auge, Enzo Scifo, un gran exponente de este país, se declara contento por el renacimiento de su patria y porque muchos a nivel mundial lo recuerdan por su toque fino y su magia que hacia soñar.

“Para mí es un auténtico orgullo estar al frente de la selección sub – 21, con el objetivo de conducir a los jugadores a la selección absoluta. Sabemos que nuestra selección nacional es un ejemplo, así que supone una gran motivación y un gran honor haberme incorporado a la asociación y formar parte de un proyecto como este”.


Es cierto, Enzo es parte de este extenso y triunfal camino que atraviesa el combinado belga. Él sabe que los De Bruyne (Manchester City), Hazard (Chelsea) y Origi (Liverpool) son un presente dulce, pero es consciente que también se debe formar jugadores para que el relevo este acorde con esta generación de oro que adorna las principales ligas europeas.

“Porque para mí, no es solo ser seleccionador sub – 21, sino también trabajar con Marc Wilmots, y por el éxito de Bélgica. Tenemos la suerte de contar con una buena generación, pero también hay que saber administrarla. Nadie más que Wilmots podría conseguir una trayectoria tan buena, estoy seguro. Es un ejemplo a seguir, y estoy en condiciones ideales para progresar en lo que quiero hacer”.

Centrocampista técnico y con mucha creatividad en sus botas. Reconoce a Arsene Wenger como uno de los técnicos que más lo marcaron y fue, a sus 30 años, uno de los ejemplos para los Thierry Henry, Fabien Barthez y Emmanuel Petit. Eran tiempos en que el Mónaco podía darse el lujo de contar con una plantilla de lujo.

“En cualquier caso, empecé a vivir de verdad a los 30 años. A esa edad ya se tienen argumentos suficientes para imponerse. Hay una experiencia, varios años de paternidad, una salud financiera que permite sentirse cómodo. Me gustaron mucho mis 30”.


Enzo Scifo, un grande que no ha olvidado sus raíces. Hoy forma parte del proyecto exitoso del balompié belga y se declara muy estable psicológica y físicamente. Wilmots en la mayor y Scifo en la sub – 21. Hay materia prima, y sin duda, también hay cerebro y experiencia en el banquillo.

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