Es el deseo de muchos
y quizá yo también comparto ese anhelo. No fue justo lo del 2014, pero la
historia se escribió de esa manera. A pocas horas de la final europea tengo que
reconocer que para los conocedores de este deporte el Atlético de Madrid tiene
el favoritismo para llevarse al fin su primera orejona, algo que a la larga puede
jugar en contra del equipo dirigido por Diego Simeone.
Simeone sabe que
estas oportunidades no se presentan todos los días. Que nadie mejor que él
conoce de revanchas y de reflexiones. Porque hay que recordar lo sucedido hace
dos años y tratar que en base a eso los jugadores se motiven, si no es que ya
lo están, y derrotar al acérrimo rival que dicho sea de paso es un novio
habitual de esta competición. A favor está el haber caído en solo un derbi de
los últimos diez disputados contra el Madrid. Es más, el choque en el Bernabéu de
principios de año se saldó con goleada para los colchoneros, no mediando ni
siquiera el efecto Ronaldo o los goles de Benzema. Ahora, el Atlético tiene en
su haber jugadores con un tremendo apetito de triunfo. El uruguayo Diego Godín
está con la sangre en el ojo, lo mismo que Koke y Juan Fran. Además, el francés
Antoine Griezmann se muestra en un excelente estado de forma y la recuperación
de Fernando Torres ha sido admirable. Mención aparte para Saúl Ñiguez y para el
brasileño Filipe Luiz. El primero ha tenido actuaciones superlativas, mientras
que el carioca ha sabido reponerse de su mala experiencia en el Chelsea.
Por el lado del conjunto
merengue podemos mencionar que la gran novedad, que tampoco lo es tanto, es la
presencia del brasileño Casemiro en el medio. Qué raro es el andar del ex
jugador del Porto puesto que en los dos primeros meses desde que asumió el
cargo Zidane prácticamente no contaba para el francés, sin embargo, su
presencia oxigena la volante y le permite a Kroos y a Modric tener más libertad
para crear juego. Después, pienso que el Madrid hará su juego de siempre
explotando la habilidad de Ronaldo, la velocidad de Bale y la movilidad y
definición de Benzema. Ojo, también será importante saber quién marqué el
primer gol, porque si el cuadro blanco se pone por delante en el marcador en la
contra puede terminar de liquidar el partido. Pero si es el Atlético es quien
anota primero, su defensa inexpugnable puede cerrar el partido a la espera de
una oportunidad para aumentar el marcador. Igualmente es vital mencionar que a
diferencia de la final del 2014 en esta ocasión el conjunto rojiblanco ha tenido
dos semanas para preparar el partido y llega con su centrodelantero en el mejor
estado de forma.
Es cierto, el
Atlético eliminó al Barcelona y al Bayern Munich, pero debemos recordar que una
final es a un solo partido, no hay ida y vuelta, ni gol de visitante, por lo
que para el equipo de Simeone va a ser esencial no hacer el papel de pugilista
agazapado sino que debe también tratar de dañar y preocupar a un Madrid que
seguramente saldrá desde un principio a tomar la iniciativa del encuentro.
Todos hinchan porque
el Atlético se lleve la Champions. Ya es tiempo, porque lo de 1974 y lo del
2014 fueron cachetazos de último minuto. Situaciones que duelen, sobre todo
cuando la miel del triunfo está en tus labios. Dicen que al colchonero le
robaron dos finales, y creo fue así, pero como todo en este mundo tiene su
momento tal vez haya llegado la hora de que el colchonero al fin se salga con
la suya.
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