Es una apuesta
extraña aunque no llega a lo descabellado. Roberto Martínez, ex entrenador del
Everton, ha sido nombrado nuevo seleccionador belga y será el encargado de
llevar a los “diablos rojos” a Rusia 2018.
El técnico español de
43 años no es ningún improvisado en el fútbol. Fue un ex jugador que militó en
el Zaragoza y que en su etapa en los banquillos dirigió al Everton y al Wigan.
Precisamente con este último equipo ganó la Copa F.A, logro inusitado para este
club humilde del balompié inglés, aunque en contraparte tuvo la desdicha de
descender de categoría.
“Después de haber
creado una lista de candidatos preseleccionados con los perfiles más
interesantes para este cargo, la elección ha caído rápidamente en el técnico
español, que se ha mostrado honrado en querer trabajar con un grupo de
jugadores tan talentosos como los nuestros”. Así informó la federación belga.
Y es cierto, esta
generación de futbolistas belgas es bastante rica en talento y toda Europa lo
sabe, es por ello que las principales ligas del viejo continente se nutren de estos
jugadores, aunque también debemos reconocer que este seleccionado carece de
jugadores idóneos para algunos puestos. Por ejemplo, en el centro del campo
Marouane Fellaini (Manchester United), Radja Nainggolan (Roma), y Axel Witsel
(Zenit).garantizan juego aéreo, remate desde fuera del área, y recuperación del
esférico, pero ninguno tiene la capacidad para el armado del juego.
Entonces, el ex
entrenador del Swansea se encuentra en una posición privilegiada, sin embargo,
tampoco puede darse el lujo de perder demasiado tiempo puesto que la
clasificación al mundial 2018 es un cuestión obligatoria por el potencial que
muestra el combinado belga, aparte de ello que la nueva hornada empieza a
mostrarse con autoridad tal es el caso de jugadores como Michy Batshuayi
(Chelsea), Jordan Lukaku (Lazio), y Jason Denayer (Galatasaray), quienes ya
tienen un puesto dentro del primer equipo.
Roberto Martínez
empieza una nueva etapa en el fútbol belga y la consigna es por fin llegar a
las instancias finales de una gran competición. No es un mago, pero como un
jefe me decía, “muchas veces para conseguir resultados inmediatos hay que tener
que hacer magia sin ser un mago”.
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