martes, 23 de mayo de 2017

La visión de Gustavo Poyet sobre el fútbol Chino



Tras una decepcionante actuación con el Betis, el técnico uruguayo Gustavo Poyet habla sobre sus primeros meses en el balompié chino al que considera con un buen futuro en los próximos 5 a 10 años.

“Hace cinco o diez años uno ni se planteaba de venir a China y tampoco sé lo que pueda pasar dentro de diez años. Me gsutaría que todos, porque yo también me involucro, podamos mantener este nivel para que los jóvenes chinos puedan aprovechar este momento más y más”.

El propio ex jugador del Tottenham Hotspur confiesa que la experiencia en el Betis fue nefasta. Que nunca se imaginó que el club sevillista estaba en esas condiciones y que la propuesta del balompié chino no fue una salida al mal momento sino una buena oportunidad, más si tomamos en cuenta que el Shanghai Shenhua ya tenía muy avanzadas las conversaciones con el atacante argentino Carlos Tevez.

“Lo del Betis fue la peor experiencia, lejos. Me equivoque, fui a un club pensando que era el de la década del 90 y no era así. Aprendí mucho, me dio la experiencia de buscar mucha información antes de aceptar un trabajo”.


Palabras que reflejan realmente lo que significó para el ex internacional charrúa pasar por el fútbol español sin embargo, su estadía en el continente asiático parece ser el revulsivo que estaba buscando. Hasta la fecha Poyet lleva más de 9 partidos y su balance es que el vértigo que expone el fútbol chino es algo que debe cambiar. Como dice el ex mediocampista hay mucho contraataque.

“Los últimos años con la llegada de jugadores de renombre se hizo muy rápida, muy competitiva, muy ofensiva, donde hay muchos goles. Lo bueno es eso, que a la vez es paradójicamente la parte mala, porque si se convierte mucho es porque hay un desbalance y ese es el trabajo que debemos sacar adelante los entrenadores”.



Todo está claro. El balompié chino tiene dinero y jugadores de renombre. Todavía no cambian ese estilo dinámico y Poyet sabe que esa labor le corresponde tanto a él como a los otros técnicos que han llegado al continente asiático. El trabajo es arduo y solo los resultados darán la razón si los fichajes y los millones fueron el mejor camino para la evolución del balompié chino.

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