Al fin Roman Abramovich escuchó a su técnico Antonio Conte. Al declarar el italiano que no tenía peso sobre las contrataciones el magnate ruso y dueño del Chelsea respondió adquiriendo al delantero francés Olivier Giroud, el revulsivo perfecto para el español Álvaro Morata, y un refuerzo de importancia de cara a lo que resta de la temporada.
"Chelsea es uno de los más grandes equipos de la Premier League. Han ganado la mayoría de trofeos en los últimos seis años y estoy orgulloso de haber llegado aquí. Ya me veo en el campo con mi nueva camiseta".
Así de claro ha sido Olivier Giroud. El internacional francés ha llegado al Chelsea con la misión de reforzar un equipo que se ha visto huerfano de goles debido al solitario aporte de Álvaro Morata. Tras la marcha de Diego Costa al Atlético de Madrid el Chelsea no había podido reemplazar al ex jugador del Valladolid. Se intentó hace poco contratar a Edin Dzeko, pero la Roma dijo que lo ofrecido por el bosnio fue demasiado poco. Por otro lado el belga Michy Batshuayi tampoco era el jugador que llenara los ojos de Conte.
Con 31 años el internacional galo ve con buenos ojos la posibilidad de ponerse a punto en el Chelsea con las miras puestas en el Mundial, sin olvidarnos que pese a estar imposibilitado de jugar la Champions va a ser un aporte importante para escalar puestos en el torneo ingles.
La salida de Giroud del Arsenal solamente responde al hecho que los 'gunners' se aseguraron la contratación del gabonés Pierre Emerick Aubameyang con lo que su continuidad iba a verse mermada. Llegar al Chelsea es una buena opción a no quedarse sentado en el banquillo y aparte de eso le daría la oportunidad de descanso intercalado a Morata.
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